El actor Gabriel Soto señala que si los medios creen que no rompen familias o parejas con lo que publican, se equivocan. Creo que no debe responsabilizar a la prensa, cuando su relación pasó por muchos altibajos, y como él mismo dijo: “era una relación fracturada, llena de reclamos y reproches porque Geraldine perdió la confianza”. El histrión declaró que él y la actriz decidieron separarse para encontrar la paz. Acepta haber cometido errores, así como haber trabajado mucho para salir adelante, pero reitera que “los chismes” les afectaron.

 

Comentó que haber cargado a Marjorie de Sousa mientras jugaban en la playa tuvo serias consecuencias. Señaló que ser padre es lo más preciado, y de manera enérgica niega ser el padre de Matías, hijo de Marjorie. Afirmó que ella no está relacionada con su separación de Bazán, y si es necesario que se haga la prueba de ADN, aceptaría con tal de que lo dejen tranquilo. Está desconcertado, y aseguró que vive una “pesadilla”.

 

Geraldine Bazán, esposa de Soto, no quiere hablar. Le molestan las preguntas sobre su separación, pues considera una falta de respeto que los medios la acosen a causa de ello. Como mujer saldrá adelante porque es trabajadora.

 

Una entiende que es molesto dar explicaciones a los demás sobre tu vida; que se debe respetar el silencio cuando la postura siempre ha sido la misma, pero algunos actores no saben separar lo público de lo privado. Su profesión los expone estar en el ojo del huracán; lo que haga cualquiera puede ser intrascendente, pero si el involucrado es Gabriel Soto se convierte en noticia. Él sabe que llama la atención, no es nuevo en esta carrera. Les falta estrategia y visión para enfrentar los problemas. Desconocen cómo actuar ante una crisis. De pronto quieren hablar, y luego se arrepienten.

 

El trabajo de un actor es un privilegio, está a la vista de todos y eso hace que muchos opinen. Si Gabriel acostumbra jugar en la playa con sus amigas y cargarlas, eso definitivamente no es culpa de la prensa. Tampoco se puede decir ‘fíjense que hoy si quiero prensa y mañana quítense porque estorban’. Sería más sano encontrar un equilibrio donde compartan lo que gusten y guarden lo más preciado.

 

Julián Gil convivió con niños que padecen autismo. Ahí platicó que no pudo ver a su hijo Matías en los juzgados por compromisos laborales; por eso está luchando para que las visitas se pasen a los sábados porque necesita trabajar. El actor sigue luchando por los días de visita y horarios en que puede ver a su pequeño. Aclaró que éste no puede salir del país con su madre Marjorie, debido a que el juez le negó la solicitud.

 

 

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.