MANILA. En plena madrugada, cien hombres armados entraron a los tiros en la cárcel de Kdapawan en el sur de Filipinas, matando a uno de los guardias y facilitando la fuga de 158 presos, entre ellos importantes miembros de una organización yihadista, en lo que parecer ser una de las fugas de reos más grandes de los últimos años en el país.

 
Los atacantes, alrededor de un centenar de hombres armados con rifles de asalto, abordaron la prisión ubicada en la provincia de Cotabato Norte (al sur de la isla de Mindanao) desde la parte trasera y protagonizaron un intercambio de fuego con los guardias.
Entre los fugados se encuentran importantes miembros de los Luchadores por la Liberación Islámica del Bangsamoro (BIFF), uno de los grupos yihadistas que operan en el archipiélago de Mindanao, informaron las autoridades.

 
Algunos de ellos cumplían condena por su implicación directa en los atentados cometidos los pasados años por esta organización terrorista escindida hace más de ocho años de su hermano mayor, el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), que luchó por la independencia de Mindanao hasta que firmó la paz en 2014.