Este día, la FED estará decidiendo su política monetaria en su última reunión de 2017. Las probabilidades en el mercado prácticamente están en 100% de incremento. Ahora, entre el crecimiento, el empleo, la inflación y la reforma fiscal, se empezó a manejar la posibilidad de que el Comité pudiera decidir entre aumentar 25 ó 50 puntos base en una probabilidad de mercado de 85 y 15%, respectivamente.

 

Por ello, consideramos que el incremento será de 25 puntos base. La presión sobre la inflación al productor y probablemente la del consumidor en noviembre estuvo influenciada por el incremento registrado en los últimos meses en el precio del petróleo y la gasolina.

 

Desde el cierre de agosto pasado y hasta concluir noviembre, el precio del petróleo aumentó 21% y considerando sólo noviembre, fue de poco más de 5.0% la reacción de alza en la cotización.

 

Esto llevó a que el precio al productor en noviembre aumentara 3.1% anual, su nivel más alto en poco más de cinco años y seguramente influirá en el precio al consumidor hoy.

 

Además, la creación de empleos se ha recuperado en el último trimestre del año con incrementos promedio arriba de 200 mil plazas vs. 91 mil que se registró como promedio en el tercer trimestre del año.

 

El PIB viene creciendo por dos trimestres consecutivos a ritmos por arriba de 3.0% anual y todo apunta a que la aprobación de la reforma fiscal seguirá impulsando la confianza y el consumo derivado del recorte de impuestos que habrá a personas físicas y morales además de la repatriación de capitales.

 

La preocupación de un crecimiento “acelerado” con un inminente aumento en el nivel de endeudamiento llevará a la FED a mantener quizá en su comunicado, la posibilidad de llevar a cabo de tres a cuatro aumentos en la tasa de interés en 2018. Seguramente aumentarán el nivel de inflación 2017 y 2018 y la tasa de desempleo se ajustará ligeramente.

 

El Banxico debe de estar preparado evidentemente al resultado y condiciones de la política monetaria de la FED porque al final de cuentas, el flujo de inversiones en mercado de dinero puede ser sensible. En el año, apenas se ha incrementado menos de 1.0%, aumentando 5.8% la tenencia en bonos M, disminuyendo 24% la tenencia de Cetes y -13.5% en udibonos.

 

Consideramos que la postura crítica se tiene en los bonos “M”, cuya tenencia representa 86% del total de tenencia de extranjeros y es la que se vuelve relevante.

 

Así, consideramos que la inflación en niveles de 6.63% ya está teniendo impacto en la desaceleración del consumo y en consecuencia de la economía. Se ubica por arriba de los precios al productor y mantiene ciertas dudas por el riesgo de transferencia de precios. También, la producción industrial se mantiene estancada. El Banxico tiene 575 puntos base de diferencia frente a la tasa de referencia de la FED, los incrementos han sido constantes hasta la última reunión donde dejó sin cambio la tasa de referencia.

 

En 2018 se iniciará con una base estadística más favorable, mientras que la FED probablemente irá en ascenso gradual. La curva de tasas de interés de los Cetes registraron en la última subasta, un aumento en el plazo a 28 y 91 días para ubicarlas en el orden de 7.20 y 7.30%, respectivamente, por lo que se pudiera pensar que el mercado ha descontado un aumento de 25 puntos base. En este caso, creo que el plazo a 91 días se torna “atractivo” de compra si el Banxico no mueve la tasa de referencia.

 

La presión cambiaria está vigente en las últimas semanas, aunque en el año aún tiene una apreciación del orden de 7.0% vs. el cierre de 2017. El desarrollo del TLCAN seguirá por varios meses y no se puede actuar sólo por el desempeño de cada ronda de negociaciones. Sabemos que el proceso será largo.

 

Por todo ello, a pesar de la gran división en el mercado, creemos que el Banxico dejará la tasa de interés sin cambio en la primera gran prueba del nuevo gobernador Alejandro Díaz de León.