La frontera sur de México está a debate. El gobierno de Estados Unidos presionado por republicanos, presiona a México. México concede. Se refuerza aun más el cuidado de nuestra frontera con Centroamérica y se crea una “Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur”, se nombra como responsable al tabasqueño Humberto Mayans Canabal y se extiende el Plan Mérida al tema migratorio infantil. A México le cuesta su propia seguridad interna y recursos… ¿a favor de quién?: Cronología:

 

El 6 de julio pasado el Secretario de Seguridad de los Estados Unidos, Jeh Johnson exclamó de forma reiterada en entrevistas para medios electrónicos que su país ‘detendrá la oleada de niños que cruzan solos las fronteras de EUA y que las autoridades toman medidas para acelerar la deportación de migrantes…’

 

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“Vamos a frenar esta ola”. Según los cálculos del gobierno de EUA tan sólo durante el año fiscal de 2014 podrían sumar 90 mil. “Para ello la colaboración con el gobierno de México es urgente, a fin de redoblar los esfuerzos que ‘desbaraten’ a los grupos que ofrecen pasar de contrabando a personas a Estados Unidos: Nuestra frontera no está abierta para la inmigración ilegal”.

 

El mismo día, el gobernador republicano de Texas, Rick Perry, haciéndose eco de los republicanos de su país atacó al decir que el alza de la migración indocumentada de Centroamérica hacia EUA es “una falla de la diplomacia y del liderazgo del presidente Obama. Tengo que creer que si Obama no responde de ninguna manera al tema migratorio es inepto o tiene un motivo ulterior”, dijo.

 

El 8 de julio, miembros de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de la ONU (ACNUR) presionó para que tanto estadounidenses como México y Centroamérica logren un acuerdo regional que permita que Estados Unidos brinde el estatus de refugiados a los menores migrantes que cumplan con ciertos requisitos. Esto implicaría que los niños migrantes no sólo no deben ser devueltos de manera automática a sus países de origen, sino recibir protección internacional.

 

El mismo día, el presidente de EUA solicitó al Congreso estadounidense 1,800 millones de dólares para brindar cuidados a niños que llegaron a EUA sin compañía de adultos y que han sido detenidos, de ahí, 1,100 millones serían destinados al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EUA como fondo para la deportación de adultos indocumentados que viajen con niños:

 

“El dinero ayudará a incrementar la detención, atención y transporte de niños no acompañados, e incrementará la capacidad de las cortes de inmigración, represión de las redes de contrabando humano y ayudará a los países del sur a repatriar a los deportados”.

 

Más tarde, el mismo 8 de julio la embajada de Estados Unidos en México ofreció los programas disponibles bajo la Iniciativa Mérida –firmada en 2008 entre México y EUA- contra el narcotráfico y el crimen organizado, esta vez ‘para apoyar los esfuerzos contra la migración ilegal en la frontera centroamericana.’:

 

“El gobierno mexicano ha trabajado en el tema por más de un año y de manera constante ha mantenido al tanto al gobierno de los Estados Unidos con respecto a sus objetivos”. Dijo que durante los últimos meses ambas naciones han acordado conjuntamente continuar con cooperación en áreas de procuración de justicia en la frontera y la mejora de los sistemas biométricos y otros sistemas de información de México.”

 

El 11 de julio se reúnen de urgencia, en Guatemala, representantes de este país, de EUA  (Jeh Johnson) y México (Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación).

 

Ahí Osorio Chong dijo que México combate de manera contundente a los grupos de la delincuencia organizada dedicada al tráfico de personas. “[Los delincuentes] deben saber que México y Guatemala tienen una coordinación de alto nivel para evitar que sigan adelante con sus crímenes”… “En esta lucha no sólo serán perseguidos y sometidos los traficantes de personas, sino también aquellos que en el tránsito agreden, abusan y lastiman a los migrantes. Esto n será permitido en México”.

 

En este entorno de presión internacional, y muy particularmente de Estados Unidos a México, el 15 de julio se crea aquí la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur. Su responsabilidad será la de “Brindar mayor protección a los migrantes; Mejorar la condición en los albergues y estaciones migratorias; Ampliar la cooperación con Centroamérica; Fortalecer las acciones contra el crimen e Incrementar la colaboración regional:

 

Pero junto a todo eso, está la exigencia de Estados Unidos de blindar la frontera sur de migrantes que cruzan México, en particular los niño que viajan solos y, naturalmente un blindaje para evitar el paso de peligros extremos que pudieran llegar a territorio estadounidense desde México: la prioridad de EUA en la frontera sur es su seguridad nacional.

 

Mientras que se crea esta nueva Coordinación, uno se pregunta ¿y el Instituto Nacional de Migración, también dependiente de la Secretaría de Gobernación, para qué está ahí? ¿No es esta una función que le corresponde por ley? La frontera sur de México ya es un territorio minado.  ¿Mayans Canabal se habrá de convertir en el coordinador mexicano de la seguridad nacional estadounidense?