PARÍS. El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, se reunieron durante hora y media en el Elíseo (casa presidencial) para buscar una respuesta conjunta al rechazo griego a las últimas propuestas de los acreedores internacionales, después de ciertas disonancias entre Berlín y París la semana pasada.

 

El mensaje fue tan claro como esperado: existe un resquicio para el entendimiento, pero ahora es responsabilidad del primer ministro griego, Alexis Tsipras, presentar de forma urgente un plan aceptable y preciso.

 

“La puerta está abierta a las discusiones. Ahora le toca al gobierno de Alexis Tsipras hacer propuestas serias y creíbles para que esta voluntad de seguir en la zona euro pueda traducirse en un programa duradero”, sentenció Hollande en una declaración conjunta con Merkel tras la reunión y antes de una cena de trabajo.

 

En el mismo tono grave y apremiante, el mandatario francés recordó que “no queda mucho tiempo” y que es urgente, tanto para Grecia como para Europa, hallar un acuerdo que permita a Atenas afrontar el pago de sus deudas.

 

La comparecencia de Merkel y Hollande duró cinco minutos y no admitieron preguntas.

 

Aunque sus palabras fueron muy similares, la canciller, a diferencia del presidente francés, dijo que Europa “ha demostrado ya mucha solidaridad hacia Grecia”.

 

Y lanzó un aviso para navegantes: la última propuesta europea -rechazada de forma abrumadora por los griegos en el referéndum- era “muy generosa”, lo que augura unas negociaciones borrascosas.

 

Merkel, además, insistió en que habrá que esperar a ver cuál es la reacción de los otros 18 países del euro, porque “eso también es la democracia, y tenemos una soberanía compartida”.

 

“Las condiciones previas para entrar en negociaciones sobre un programa basado en el Mecanismo Europeo de Estabilidad todavía no se han reunido, y esa es la razón por la que ahora esperamos proposiciones precisas del primer ministro griego”, agregó.

 

Hollande, por su parte, consideró que “Europa no es solo una construcción económica, monetaria y financiera, sino un conjunto basado en valores, en principios, sobre una concepción del mundo fundada en la libertad, la apertura y en el respeto”.

 

A la espera del resultado de la crucial cumbre de hoy, todo hace indicar que los bancos griegos no abrirán hasta el próximo jueves para evitar una masiva salida de capitales.

 

Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) mantendrá sin cambios la cantidad de liquidez máxima (89 mil millones de euros) que los bancos griegos pueden pedir al Banco de Grecia, tras rechazar una petición de ese órgano para aumentar el nivel de liquidez.

 

Las discusiones con los acreedores tendrán a un nuevo nombre al frente del Ministerio griego de Finanzas, el de Euclidis Tsakalotos, quien ya actuaba hasta ahora como coordinador de las negociaciones con las instituciones.

 

En un gesto conciliador hacia los socios, Tsakalotos reemplazará al frente del ministerio a Yanis Varufakis, que se sentía “aborrecido” por el Eurogrupo.

 

 

A Grecia le urge negociar, tanto que entregó la cabeza de Varoufakis

 

El ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, sorprendió con un escueto mensaje en su twitter personal: “Minister No More!”, tres palabras que anunciaban su dimisión y con las que ofrecía su cabeza a las instituciones europeas, que le consideraban una figura incómoda para las negociaciones.

 

Explicaba en su blog que tras conocerse los resultados del referéndum “se me comunicó que había ciertas preferencias de algunos participantes del Eurogrupo de que sería mejor que estuviera ausente de sus reuniones, una idea que el primer ministro consideró potencialmente útil”.

 

Su lugar lo ocupa Euclidis Tsakalotos. Ayer afirmó que el Gobierno está dispuesto a reiniciar las negociaciones con los acreedores y expresó su voluntad de trabajar por las personas que peor lo están pasando.

 

“Nuestra intención es continuar la negociación para conseguir algo mejor para la gente que más ha sufrido, trabajamos para ellos”, dijo Tsakalotos tras asumir el cargo en una rueda de prensa conjunta con su predecesor, Yanis Varufakis.

 

Lo que no cambia el referéndum es la crisis. El corralito se mantendrá en Grecia al menos hasta el próximo jueves, según adelantaron los medios griegos que citan fuentes cercanas a una reunión que se está celebrando en el Ministerio de Finanzas.

 

Según las citadas fuentes, continúa el cierre de bancos y la limitación de retirada de dinero en efectivo a través de los cajeros automáticos se mantiene en 60 euros diarios.

 

La situación se examinará de nuevo el miércoles para decidir los próximos pasos a adoptar.

 

Además de las limitaciones a la retirada de efectivo, el control de capitales durante esta semana prohibía todas las transacciones de dinero al extranjero con excepción de los pagos para las importaciones de productos de primera necesidad.

 

Asimismo no tienen límites las transacciones electrónicas en el interior del país, así como la retirada en cajeros con tarjetas del extranjero.

 

El día de hoy Grecia se juega otra vez, su fututo. Si la cumbre de la Unión Europea extraordinaria decide rechazar el plan griego, la euforia de Tsipras terminará.