La decisión de cancelar la construcción de su planta en San Luis Potosí costó a Ford 65 millones de dólares, equivalentes a 4.0% de la inversión que planeaba realizar en esa entidad.

 

El secretario de Desarrollo Económico del Gobierno de San Luis Potosí, Gustavo Puente, confirmó el depósito por parte de la automotriz estadounidense desde la semana, luego de seis meses de negociaciones con representantes de Ford México y que, aseguró, terminaron en “buenos términos” con la armadora.

 

El segundo mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos cedió a las críticas de Donald Trump, como candidato y ya como presidente electo, y el 3 de enero anunció su decisión de cancelar la millonaria inversión en el Bajío mexicano. En su lugar, dio a conocer que destinaría 700 millones de dólares a la expansión de su planta de Flat Rock, Michigan.

 

Dos días después del anuncio (que derrumbó el peso hasta niveles de 21.40 frente al dólar), la automotriz notificó por escrito su decisión al gobierno de San Luis Potosí.

 

Al cumplirse seis meses, el funcionario del gobierno de esa entidad asegura que se alcanzó un buen arreglo. La armadora pagó mil 169 millones de pesos, el monto máximo de indemnización previsto en el convenio en caso de cancelación.

 

Según detalló, ese monto compensa los 500 millones de pesos que había pagado el gobierno del estado como adelanto por la compra de un predio de 220 hectáreas (que se sumaban a 60 hectáreas donadas por el municipio de Villa de Reyes, a 45 kilómetros de la capital del estado), en el Parque Industrial WTC 2. Un monto similar será usado para finiquitar el terreno y el resto para obra pública.

 

EL SALDO

La decisión de Ford de cancelar -que se mantuvo firme pese a que desde la notificación el gobierno potosino le planteó la posibilidad de posponer la inversión “tres o cuatro años”, según mencionó Gustavo Puente-, provocó que entre seis y siete empresas que buscaban ser proveedoras directas de la estadounidense también abandonaran sus planes de asentarse en la entidad.

 

Sin embargo, cuatro empresas más de proveeduría optaron por quedarse en San Luis Potosí para surtir a la también estadounidense General Motors y la alemana BMV, las otras dos armadoras instaladas en Villa de Reyes, la localidad que de haberse concretado los planes de Ford sería la única en el mundo con tres armadoras.

 

GM también fue objeto de las amenazas de Trump por fabricar una versión de su compacto en México. El mayor fabricante estadounidense de automóviles produce el Chevrolet Cruze en San Luis Potosí, entidad a la que llegó en 1968.

 

En el caso de Ford, el proyecto en esta entidad preveía la creación de dos mil 800 nuevos empleos directos en los próximos cinco años para la fabricación del Focus.

 

Pese al frustrado plan, el estado va bien, aseguró el funcionario estatal. Tan sólo en la entidad existen ya 270 empresas del sector automotriz y las cifras muestran que sólo entre enero y mayo se crearon 21 mil empleos formales en la entidad.

 

Subrayó además que el predio tiene propiedades únicas y está listo para ser utilizado por cualquier tipo de empresa, no necesariamente manufacturera. La semana pasada, dijo, durante una reunión con el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, el gobierno del estado, encabezado por Juan Manuel Carreras López, se acordó promoverlo.

 

caem