El Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió hoy en que solo participará en un nuevo programa de rescate financiero a Grecia una vez que se asuman “compromisos concretos” de reestructuración de deuda por los socios europeos y que las autoridades griegas apliquen reformas estructurales “integrales”.

 

El Fondo solo aceptaría participar en una “segunda fase”, es decir, una vez que Bruselas y Atenas hayan acordado estas dos cuestiones, algo que el organismo reconoció que “tomará tiempo”.

 

“No debemos tener la ilusión de que se solucionará el problema solo con la reestructuración de la deuda o solo con las reformas estructurales, son necesarias ambas”, aseguró en teleconferencia un funcionario del FMI, que pidió el anonimato.

 

En este sentido, reconoció que los europeos ya han afirmado que no están preparados para discutir el alivio de deuda “hasta otoño”, ya que quieren ver primero las reformas que pone en marcha el Gobierno heleno de Alexis Tsipras.

 

“El FMI solo entrará en el programa cuando estas dos condiciones sean aseguradas”, agregó el funcionario.

 

El organismo dirigido por Christine Lagarde ha insistido en que el actual nivel de deuda es “insostenible”.

 

Esta semana se retomaron las conversaciones a nivel técnico en Atenas entre la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE), el Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE) y el FMI.

 

El Gobierno heleno se ha puesto por meta cerrar el acuerdo para el tercer rescate hasta el 18 de agosto, de forma que pueda recibir un primer desembolso antes del 20, día en que vence el pago de bonos al BCE por un total de 3.200 millones de euros.

 

En total, está previsto que el tercer paquete de rescate con una duración de tres años sume unos 86.000 millones de euros, de los que un máximo de 25.000 millones se reservarían para la recapitalización de la banca.