Fitch Ratings proyectó un crecimiento real de sólo 0.5 por ciento para el Producto Interno Bruto (PIB) de los países latinoamericanos, comparado con el 1.6 por ciento proyectado en diciembre de 2014.

 

La calificadora internacional de riesgo crediticio espera que las economías de Venezuela y Argentina registren tasas de crecimiento negativas en 2015, mientras que Brasil podría contraerse en 1.0 por ciento este año.

 

Un crecimiento más débil, precios de materias primas más bajos y presiones continuas sobre el gasto público, podrían llevar a déficits fiscales más altos en 2015, alerta en su reporte “Latin American Sovereign Overview”.

 

Señala que los importadores de materias primas de América Central y el Caribe podrían beneficiarse de la caída en los precios de las materias primas mediante una inflación menor, necesidades de financiamiento externo acotadas y ciertos ahorros fiscales.

 

En tanto, continúa, los exportadores de materias primas de la región enfrentan un debilitamiento en la confianza, los precios de sus monedas y activos financieros, los déficits fiscales y el panorama externo.

 

Apunta que el deterioro en los términos de intercambio está pesando sobre el desempeño de los déficits en cuenta corriente de los países exportadores de materias primas y podría resultar en menores flujos de inversión extranjera directa a futuro.

 

Sin embargo, acota, colchones externos más amplios, junto con la depreciación en las monedas de varios países, podrían suavizar la transición al nuevo entorno global.

 

Por otro lado, la calificadora internacional considera que el aumento de la deuda externa privada expone a la región a movimientos adversos en las tasas de cambio y mayores costos de financiamiento.

 

Además, el momento y velocidad del ajuste monetario en Estados Unidos podría aumentar la volatilidad de los mercados y reducir los flujos de capitales hacia la región.

 

Refiere que en lo que va del año, las tendencias en las calificaciones han sido equilibradas, con dos acciones de calificación positivas (se subió la de Paraguay y se asignó Perspectiva Positiva a la de Jamaica) y dos acciones de calificación negativas (se asignaron Perspectivas Negativas a Brasil y Costa Rica).

 

En adelante, estima Fitch, la trayectoria de las calificaciones soberanas dependerá del punto de partida de los fundamentos crediticios de cada país, así como de sus respuestas de política para enfrentar el nuevo entorno.