En 2016, se detectaron seis mil 200 tomas clandestinas en los ductos de Pemex, una cifra que si bien representa un crecimiento de 11% respecto a un año antes implica también que “se contuvo” el ritmo de crecimiento de este ilícito.

 

El director y socio de Etellekt, Rubén Salazar, adelantó que el reporte al cierre de diciembre pasado, que la consultora dará a conocer en un mes, da cuenta de un menor ritmo de crecimiento comparado con los años previos. Tan sólo en 2015, los puntos de ordeña en la red de ductos de la petrolera aumentaron 32%.

 

Consideró que este menor crecimiento obedece a los operativos que se llevaron a cabo en los estados del norte del país, en Tamaulipas y un poco en Veracruz, estados que habían sido afectados por el desplazamiento de las fuerzas federales hacia Guanajuato y Puebla, que rompieron marcas históricas en cuanto a tomas clandestinas con más de mil cada uno, una cifra que ninguna entidad había presentado.

 

Sobre la apertura del mercado de los combustibles, dijo que serán los nuevos jugadores los que absorban los costos de protegerse contra este ilícito, pérdidas que hasta ahora han sido absorbidas por Pemex y que calcula en 20 mil millones de pesos al año en 2015, un monto que resulta manejable comparado con el mercado total, agregó.

 

Consultado sobre el operativo conjunto entre autoridades hacendarias, de Pemex, de la PGR, la Sedena y Policía Federal para abatir la comercialización ilícita en las estaciones, el directivo señaló que según datos oficiales, en 2016 el crimen organizado sustrajo a la petrolera siete mil barriles diarios de gasolinas y 16 mil de diésel, sin embargo se desconoce el volumen que fue a parar a las gasolineras.

 

Recordó que desde hace varios años existen controles volumétricos en las gasolineras que permiten detectar discrepancias entre la cantidad que les surte Pemex y lo que comercializan, por lo que “técnicamente debe ser imposible que se venda combustible robado”.

 

“En caso de recibir combustible robado esto debe estar perfectamente detectado, pero no sabemos cuántas (gasolineras) han incurrido en estas discrepancias, cuántas han vendido más combustible de lo que reciben de Pemex”.

 

Se ha observado año atrás que la comercialización ocurre a través de canales informales, incluso por parte de los propios concesionarios quienes, dijo, en ocasiones son obligados por los grupos del crimen organizado a comprarles el combustible robado.

 

En su opinión, el combate a este ilícito debe darse en la extracción, porque pretender abatirlo en la parte de la comercialización mediante operativo como el anunciado hoy es complicado. A nivel nacional, dijo, operan 11 mil 500 gasolineras y próximamente se sumarán seis mil más de otras marcas.

 

Destacó que los controles volumétricos permiten ubicar la gasolinera que presenta variaciones, lo mismo que el sistema Scada de Pemex, que ubica de manera remota variaciones en la presión de los ductos donde se sustrae el combustible, sin embargo, dijo, existen altos grados de impunidad.

 

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Infografía: Xavier Rodríguez

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