No hay duda que el flujo de dinero que se mueve en los mercados financieros busca dónde protegerse para afrontar el inicio de alza en las tasas de interés en Estados Unidos que, como lo ha venido anunciando insistentemente la Fed, sería entre septiembre y diciembre de este 2015.

 

Por un lado vemos grandes movimientos en las divisas donde el euro, por ejemplo, ha perdido alrededor de 9.0% en lo que va del año y está en duda si el efecto de Grecia, la compra de bonos por parte del Banco Central Europeo (BCE) y su propia actividad económica contra el inicio de alza en tasas por parte de la Fed le permiten mantenerse dentro del rango que va de 1.08 a 1.13 dólares por euro o bien se reflejaría la búsqueda de sus mínimos anteriores en 1.04 dólares.

 

El peso mexicano viene operando dentro de una zona mínima contra el dólar afectado por el entorno internacional y el nivel en los precios del petróleo. Banxico ha sido claro en advertir que una vez que la Fed inicie su movimiento de alza, en la reunión inmediata siguiente dicho banco haría lo mismo para cuidar el spread y no generar “especulación”. Mientras la Comisión de Cambios no haga nuevos anuncios, es probable que esté probando la zona superior en $16.25 – $16.35 por el momento con un nivel bajo en $15.70. Pero el tiempo juega en contra de una recuperación más consistente por el momento.

 

En la parte de mercados accionarios, actualmente tanto en México, Estados Unidos y a nivel internacional, se están conociendo los reportes de las empresas al segundo trimestre del año lo que viene a aumentar las variaciones en sus cotizaciones y se suman muchas veces a los diferentes eventos internos y externos que los impactan.

 

Consideramos que las bolsas estadunidenses tienen un amplio margen en caso de ajustar sin perder tendencia de alza. Se encuentran cerca de su zona máxima histórica algunas de ellas. Sus rendimientos hasta el momento son positivos, pero muy moderados en la parte industrial y en mejor medida en el sector de tecnología en donde el Nasdaq registra una ganancia cercana al 9.0%. En los últimos años han sido éstos mercados los preferidos por los inversionistas globales. Sin embargo, parece ser que están ya adelantados y será más por el lado sectorial su beneficio.

 

Aquí en México, el IPC registra una plusvalía ligeramente menor al 4.0%. Hasta ahora, ha sido un mejor año en comparación con el 2014 a pesar de todos los eventos nacionales e internacionales que el mercado ha absorbido. Los reportes trimestrales deben venir con crecimientos en ventas y Ebitda del 10 y 7% respectivamente, aunque una utilidad neta que será negativa en promedio por el comparativo del nivel del tipo de cambio que en junio del 2014 se ubicaba sobre los $13.00 y en junio del 2015 en $15.50. Pensar que el mercado puede alcanzar sus máximos históricos en este año parece una tarea complicada, pero si hay condiciones de crecimiento económicos 2015 – 2016, el inversionista paga valuaciones aún altas. El rango actual oscila de 43,000 a 45,800 puntos. También han destacado las bolsas europeas que a pesar del tema de Grecia, registran ganancias muy atractivas en este año. Todos estos mercados se pueden comprar en la Bolsa Mexicana de Valores a través del SIC (Sistema Internacional de Cotizaciones).

 

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Pero qué decir del oro y el petróleo, que registran una clara tendencia de baja de mediano plazo. El oro, un instrumento de cobertura para cuando existen riesgos de inflación global y/o efectos recesivos en la economía mundial, hoy no tiene una demanda que ayude a mantener su precio. Hoy no hay inflación mundial y sí existe un crecimientos global que ronda 3.0%, de acuerdo a las previsiones del FMI hace unos días. El oro registra una caída de más de 7% en lo que va del año. Por su parte, el precio del petróleo de referencia, el West Texas Intermediate (WTI) también muestra un retroceso acumulado en el año de 7.4% y pensar que hace menos de un mes registraba alzas arriba de 10%.

 

En cuanto a las tasas de interés, donde uno piensa en la seguridad de inversión, existen también momentos de alta volatilidad. Pensar cómo quienes invierten a plazos largos como a 5 o 10 años hoy incrementa el riesgo, ya que los rendimientos han aumentado y el precio se ha ajustado, desde luego, sin despegarse mucho respecto al movimiento de los bonos del tesoro. Pensar que la Fed a partir de septiembre puede subir el costo del dinero genera inquietud e incertidumbre entre los inversionistas por lo que uno no puede dejar el recurso pensando en un lugar “seguro”.

 

Ante este entorno, los inversionistas se preguntan: ¿Hacia dónde se mueven las inversiones en momentos de mayor aversión al riesgo?

 

En general, se orientan en inversiones en el mercado de deuda, pero de muy corto plazo (plazos menores a un año), donde inclusive por momentos puede no ganar tasa de interés en espera de que las condiciones de normalización se implementen como es el caso de Europa y actualmente en EU. Por ello, el tiempo que aún falta puede mostrar incertidumbre entre inversionistas y si le sumamos el ciclo de verano caracterizado por una baja operatividad mundial, los flujos podrían seguir buscando refugios por momentos y aprovechar ajustes en los diferentes mercados y tipos para tratar de aprovechar cualquier coyuntura y buscar obtener rendimientos.