China y su economía seguirán influyendo en el desempeño de los mercados internacionales por ser simplemente el país de mayor contribución al crecimiento mundial. Su economía está dedicada a la agricultura, pero la industria es la que más aporta al PIB, cuyo valor por 10.36 trillones de dólares coloca a ese país en segundo lugar después de Estados Unidos. Incluso con la desaceleración que está viviendo sobrepasa en casi tres veces al crecimiento de la economía americana.

 

Hoy la duda es qué tanto se desacelera esta economía y qué efectos podría generar a nivel mundial. En 2012 inició con tasas de crecimiento de 8.1% y el último dato conocido al primer trimestre de 2015 asciende a 7.0%. La estrategia china busca consolidar un cambio de paradigma para dejar der ser un país de maquila, de inversión en capital y de exportaciones y en cambio mejorar la demanda y el crecimiento interno, aunque esto llevará tiempo. Sin embargo, el bajo crecimiento mundial, la crisis de Grecia y la eurozona, la caída de los precios de commodities (que incluyen los precios energéticos) y los conflictos geopolíticos entre otros, le afectan más de lo esperado.

 

AP_China

 

El objetivo del gobierno es mejorar su PIB per cápita actual de 7 mil 570 dólares, según información recabada del Fondo Monetario Internacional con datos de cierre de 2014. Como referencia, el PIB per cápita de Estados Unidos es de 54 mil 600 dólares, el de Japón de 38 mil 300 dólares, el de México de 10 mil 490 dólares y, aunque usted no lo crea, el de Grecia asciende a 21 mil 600 dólares.

 

El gobierno y las autoridades monetarias chinas han impulsado acciones encaminadas a lograr que la economía no se aleje tanto del 7.0% de crecimiento anual. Recientemente determinaron bajar por cuarta vez en ocho meses su tasa de referencia a 4.85%, mientras que la de depósitos con la que opera el banco central y los bancos chinos la disminuyó a 2.0%. También redujo su coeficiente de reservas que permitirá a los bancos liberar recursos de su tesorería para fomentar más el crédito.

 

El sábado pasado, ante una caída de la bolsa de Shanghái de casi 30% en las últimas tres semanas, el gobierno suspendió las ofertas públicas iniciales (empresas que empiecen a cotizar dentro de la bolsa) y además conformó un fondo de estabilidad en el que participan fondos de inversión y corredurías por un monto alrededor de los 19 mil millones de dólares. También algunas empresas empezaron a anunciar mayor actividad con sus fondos de recompra (que las propias compañías por autorización de sus consejos de administración destinan para respaldar el valor de sus acciones).

 

¿Qué perciben los inversionistas?

 

Los inversionistas perciben que la desaceleración en China pudiera extenderse hasta el tercer trimestre del año, cuando se vean crecimientos en la producción industrial a tasas ligeramente arriba de 6.00% y las ventas al menudeo muy cerca de 10.0%. Por ello, el gobierno seguirá tomando acciones que ayuden a consolidar el crecimiento. La inflación apenas rondará entre 1.0% y 2.0% y no será un problema. Es probable que las tasas de interés aún puedan ajustar un poco más ante la debilidad del sector inmobiliario, una sobrecapacidad a nivel manufacturero y un problema de deuda local.

 

Respecto al mercado de valores, éste despertó y de junio de 2014 a junio de 2015 creció más de 150% y en tres semanas ha ajustado cerca de 30%. Nuestra opinión sobre este mercado es que aún le faltaría entre 5% y 10% de ajuste para alcanzar niveles “normalizados”. Por ello, noticias internacionales que den estabilidad global a los mercados podrían apoyar la cercanía de un piso. Pero aún falta…

 

Respecto a la moneda de China, hoy se ubica en 6.21 yuanes por dólar y nuestra perspectiva es que a falta de una liberación real de la moneda, ésta estará dentro de un rango de actuación de 6.00 a 6.30 yuanes por dólar en los siguientes meses.

 

China seguirá influyendo en el ánimo y confianza de los inversionistas y en los fondos internacionales. Por ello, este verano a pesar de una baja operación, los mercados seguirán viviendo momentos de alta volatilidad y así como el momento es Grecia y la eurozona, China tendrá mes a mes la incertidumbre al conocerse los datos de inflación, producción industrial, ventas minoristas, balanza comercial, indicadores de manufactura y de servicios que podrán dar señales sobre el desempeño de su economía. Para agosto habrá que prepararnos porque empezará a incidir más y más el tema de la Fed y el posible inicio de normalización de su política monetaria dentro del último cuatrimestre del año o, ¿Será que extienda este inicio hasta 2016?