El Banxico inició el Programa de Coberturas Cambiarias este 6 de marzo pasado con la asignación de los primeros mil millones de dólares con una demanda de 2.1 veces. Se trata de plazos a 30, 60, 101, 178, 283 y 360 días. Lo interesante de ello es que esperan a un plazo de 12 meses una posible depreciación de 4.92%, que implicaría niveles de $20.49, mientras que a 30 días tan sólo una depreciación marginal de 0.25%, que si lo llevamos a una tasa anual representaría 3.0% por debajo de la inflación anual y de la tasa de referencia que se ubica a 6.25% anual.

 

 
¿Con ello veríamos poco rentable la toma de dólares comparado con invertir el recurso en la tasa de fondeo diario?

 

 
Hoy con el movimiento de apreciación del peso de las últimas semanas, parece que la volatilidad ha disminuido un poco. Desde nuestro punto de vista, consideramos que los fundamentales que han presionado en el tiempo a la divisa nacional siguen ahí. En el tema del nivel de endeudamiento y la deuda pública como porcentaje del PIB parece difícil mejorar las condiciones actuales, especialmente si la economía no logra estabilizarse y generar una recuperación, al menos, a tasas anuales de 2.0%. Algunos indicadores de la economía como la confianza al consumidor, así como el indicador adelantado parecen dar señales de un proceso poco favorable.

 

 
Por ello, prevemos que el nivel actual del peso mexicano parece abrir oportunidades de inversión dentro de una diversificación de portafolios. El factor Trump que logró desacelerar la presión contra la moneda nacional pudiera ser temporal, ya que en cualquier momento el inicio de una revisión del TLC, el tema migratorio y la construcción del muro van hacia adelante.

 

 
Quizá el riesgo de un alza adicional en la tasa de interés por parte del Banxico pudiera incidir en cierta estabilidad de la moneda mexicana, pero sería temporal. Ahí viene ya pronto el riesgo político que también dará mayor volatilidad a la divisa, además de eventos internacionales como el fortalecimiento del dólar (por una alta probabilidad de alza en la tasa de interés de la Fed), la revisión y ajuste en el techo de endeudamiento del Gobierno de Estados Unidos, el inicio del Brexit, así como en abril las elecciones en Francia y el seguimiento de las elecciones en Alemania hacia septiembre.

 

 
Se hace más viable la desaceleración en el consumo en 2017

 

 
Por un lado, se conoció el dato de ventas de las tiendas de Walmart en febrero, en el que aumentó a su menor tasa en más de dos años y disminuyó el número de transacciones, mientras el ticket promedio aumentó 5.0%.

 

 
Por otro lado, la semana pasada vimos cómo el financiamiento bancario mostró una clara desaceleración al crecer a 7.9% anual en enero vs. 11.5% de diciembre pasado. Sin embargo, tanto el crédito a empresas, hipotecas y consumo privado disminuyó, por lo que consideramos que los bancos están cuidando la calidad de su cartera crediticia, y mientras el riesgo de alza en la tasa de interés prevalezca, seguirán cuidadosos.

 

 
Mañana tendremos el dato de inflación general a febrero y veremos la brecha que sigue generándose entre la inflación al productor y al consumidor, que al día de hoy se ubican en 9.81 y 4.72%, respectivamente (a la primera quincena de febrero). Esto será determinante para evaluar si el Banxico sigue con la idea firme de aumentar la tasa de referencia a finales de marzo en 25 ó 50 puntos base o, bien, si la brecha se reduce, podría haber una sorpresa de que no mueva por el momento la tasa de interés. Ya lo platicaremos este viernes próximo.