Hasta ahora los mercados globales han vivido una etapa de bonanza, especialmente los de capitales en Estados Unidos, que al cierre de este jueves registran una plusvalía de más de 4% en el año, situándose dentro de una zona de nuevos máximos históricos. Desde que se conoció el triunfo de Donald Trump, el sentimiento del mercado se volvió demasiado optimista al presentar un acumulado a partir del 8 de noviembre y hasta la fecha de 12.5%.

 

 

Es probable que tal euforia empiece a limitarse. Por un lado, se acerca de nuevo los momentos para la Fed y la normalización de tasas de interés. Janet Yellen fue clara esta semana. La economía se expande a un ritmo positivo con un nivel de confianza al consumidor en expansión, datos de ventas al menudeo con tasas de crecimiento anual de 5.60%, una creación de empleos promedio por mes de 182 mil plazas y una producción industrial que viene recuperando terreno en forma moderada. La inflación se ubica dentro de la zona objetivo de la Fed y las perspectivas de una política económica expansiva con una baja en impuestos y un aumento en el gasto en infraestructura. Todo está listo para reiniciar el ajuste al alza de 25 puntos base, que bien podría darse entre marzo y junio, en donde las probabilidades del mercado oscilan entre 42 y 77% para que se lleve a cabo el próximo 15 de marzo.

 

 

Esa fecha es importante, porque además de la reunión de política monetaria de la Fed, se tiene como día límite para modificar el nivel del techo de endeudamiento, que como sabemos asciende a 19.97 mil millones de dólares. Es probable que los intereses dentro del propio partido republicano compliquen un poco las cosas, pero al final se autorizará un nuevo nivel, aunque serán días que posiblemente generen volatilidad en los mercados.

 

 

Pero en marzo, Europa también vivirá eventos significativos. El Brexit, por un lado, dará inicio a finales de mes dentro de algo desconocido. El gobierno de la Gran Bretaña está haciendo los últimos ajustes para que el Congreso apruebe la agenda propuesta por la primera ministra, Theresa May. Hasta ahora sólo ha sido la libra esterlina la que ha estado afectada al registrar una depreciación desde que se aprobó el referéndum el 23 de junio pasado de -16% a la fecha. La bolsa FSTE ha presentado una franca alza de 14.8%, en donde los inversionistas han aprovechado la revaluación de activos de las empresas que cotizan en este mercado. La economía crece a un ritmo de 2.2% anual, una tasa de desempleo de 4.8%, pero una inflación creciente.

 

 

También se llevarán a cabo las elecciones generales en los Países Bajos el 15 de marzo con el objetivo de renovar cada uno de los 150 escaños de la segunda cámara de los Estados generales, pero además se reducen los tiempos de las elecciones en Francia, en donde el desafío radica en que los partidos populistas están bien posicionados cuando entre la sociedad existe un descontento popular, la ausencia de esperanza, el miedo y un alto nivel aún de desempleo.

 

 

Ante un escenario en donde las tasas de interés en Estados Unidos subirán y las políticas expansivas en Europa y Japón sigan, el dólar irá ganando terreno paulatinamente frente al euro y el yen, pero además un tema que vendrá a la mente será qué sucederá con el yuan chino. Las reservas internacionales de China vienen cayendo a su menor nivel en tres años. El gobierno intenta estabilizar la economía a través de un incremento en el gasto de infraestructura y préstamos bancarios, que llevan a otros riesgos sobre su economía. La balanza comercial entre Estados Unidos y China llevará a Donald Trump, en los próximos meses, a iniciar un golpeteo que al final podrá mover al mundo y a los mercados.

 

 

Todo esto es sólo el principio de nuevos eventos internacionales en donde la Fed, Francia, Alemania, la OPEP, China, el BCE, Grecia, el Brexit y la UE, entre otros, tendrán efecto en los mercados.