Parecía que en los últimos días, los mercados financieros mexicanos vivían en un mundo “divorciado” con respecto al momento crítico que presenta la nueva relación bilateral de México con Estados Unidos. Ayer vimos que el factor Trump sigue impidiendo esta separación a pesar de que los flujos de tenencia de extranjeros y algunos nacionales intentan hacer a un lado dicho factor.

 
Desde la llegada de Trump al poder (escasos cinco días hábiles), tanto el mercado accionario como el peso mexicano reaccionaron hasta las primeras horas de ayer de manera positiva.

 
En la semana, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) registra, hasta el momento, un incremento en su valuación de 2.76% y en el año acumula una plusvalía de 4.31%, lo que significa que en tan sólo cuatro días ha presentado 64% del aumento acumulado, justo cuando se inició la revisión del TLCAN y que durante la visita, ahora “cancelada” del presidente Enrique Peña Nieto, se verían temas adicionales en materia de seguridad y migración, que incluyen la construcción del muro y las deportaciones de inmigrantes.

 
En días pasados, Donald Trump firmó un documento para que se comience la construcción del muro, financiado en un principio por fondos federales americanos, pero que Trump ha reiterado que México lo terminará pagando y el presidente Enrique Peña Nieto ha respondido que nuestra nación no lo pagará.

 
Al mismo tiempo, la moneda nacional en el mercado “interbancario” o al mayoreo, que llegó a tocar niveles de 22.00 por segunda ocasión durante la ceremonia que daba a Trump la formalidad como Presidente número 45 de Estados Unidos, ha venido recuperando 3.9%, y de esta forma, la depreciación en lo que va de 2017 asciende a 2.23%, mucho menos que cuando alcanzó 6.06% en las primeras semanas del año, aunque hay que reconocer que tanto el inicio formal del “aumento en el precio de la gasolina y los eventos sociales que presionarían más tarde a la inflación” se juntaron con el factor Trump.

 
¿Existen condiciones fundamentales para pensar que la bolsa y el peso mexicano lograrán mejores condiciones en los próximos meses?
Nuestra respuesta por ahora es: “No lo vemos”. Creemos que el movimiento de alza reciente en el mercado accionario respondió, en gran medida, a una nivelación de posiciones de inversionistas extranjeros que ante la depreciación del peso mexicano, dichas valuaciones han perdido y únicamente rebalancean sus portafolios, esto debido a que si evaluamos el índice accionario en términos de dólares, desde 2013, cuando alcanzó el nivel máximo histórico y hasta hace unos días, llegó a una pérdida de 43%. Las empresas empiezan a reportar resultados al cuarto trimestre del año, los cuales están siendo positivos, pero ante un escenario de desaceleración en México para este 2017, sólo aquellas empresas ligadas a mercados internacionales y especialmente las que tengan operación e ingresos en dólares podrían estar más beneficiadas, además de ubicarse en sectores más dinámicos. Por ello, no nos debe sorprender que la bolsa vuelva a situarse en esta zona de máximos históricos. Sin embargo, al no tener fundamentales claros, seguramente veremos retrocesos en las siguientes semanas nuevamente.

 
Con respecto al peso mexicano, la apreciación de la moneda obedeció a que tanto la caída de la bolsa en términos de dólares como el alza a lo largo de la curva de tasas de interés en México provocaron una oportunidad para inversionistas extranjeros. Sin embargo, los fundamentales que siguen presionando a la divisa nacional ahí siguen, como el deterioro en las finanzas públicas, el riesgo de una normalización de tasas de interés en Estados Unidos, el factor Trump, la normalización de tasas de interés y el desgaste de las finanzas públicas, a lo que entre abril y mayo habrá que sumarle el factor político interno.