El viernes pasado, la calificadora Fitch Ratings redujo la perspectiva a “negativo” desde “estable” de la nota crediticia de México, aunque mantiene su rating en “BBB+”. El ajuste en la perspectiva refleja los riesgos y los grandes desafíos que enfrentará la economía mexicana el próximo año, primero con los recortes al gasto público e inversiones productivas, pero, por otro lado, a la nueva dinámica en la relación bilateral de México con Estados Unidos y la nueva administración de Donald Trump, de 2017 a 2020.

 

Uno de los puntos relevantes será ver cómo enfrentará el Gobierno federal para estabilizar la carga de la deuda pública. Por un lado, el crecimiento de la economía mexicana ha sido menor a las expectativas en los últimos años y el nivel de endeudamiento ha sido superior. Hoy, se tiene menor crecimiento económico con mayor deuda que pagar.

 

La insistencia de la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y los controles de migración más estrictos con el riesgo de un impuesto especial y mayores deportaciones inciden, por un lado, en el ritmo de inversión directa de empresas hacia México y, por otro lado, en el nivel y crecimiento de las remesas familiares hacia el futuro, que podría afectar el ingreso de millones de familias.

 

En los últimos cinco años, el promedio de crecimiento de la economía mexicana ha sido de 2.4% y las expectativas de crecimiento para 2017 dentro de las instituciones y calificadoras para nuestro país están entre 1.1 y 2.3%, dejando el promedio por debajo de 2.0% como lo estima Fitch Ratings.

 

Para este 2017 es muy probable que la incertidumbre de la relación con Estados Unidos afecte el entorno de inversión y consumo. Además, el riesgo de una mayor inflación prevalece. Hemos leído que el precio de la gasolina presentará movimientos más volátiles y la posibilidad de alzas en los primeros meses, que podrían tener efecto directo en el nivel de inflación, pero también de manera indirecta hacia el costo de transporte de productos y servicios hacia adelante.

 

Las tasas de interés también jugarán un papel en contra de la actividad, ya que hasta ahora han subido 200 puntos base; muy probablemente el Banxico incrementará otros 25 puntos, y en su caso, para 2017, la tendencia de alza seguirá vigente, por lo que el crédito automotriz, hipotecario, de consumo y productivo subirá.

 

Al comparar a México con los países que tiene calificaciones similares de BBB+ por parte de Fitch, se observa que el desarrollo de nuestra economía es menor al promedio de crecimiento de los países con calificación similar; el nivel de deuda / PIB que podría alcanzar pronto sería 47% muy por arriba del promedio de 40% de las naciones similares en calificación.

 

Así como lo hemos mencionado, existen algunos salvavidas para la economía como la inversión extranjera directa relacionada al sector energético, que los precios del petróleo muestren una mejoría ante los acuerdos de la OPEP de sus miembros y no miembros, que en algún momento podrían generar mejores ingresos (cuando el promedio diario supere el valor de los 42.0 dólares de la cobertura del gobierno), el remanente que recibirá el gobierno por parte del Banxico, entre otros.

 

México tendrá una prueba muy importante en este 2017, un año de elecciones en el Estado de México que dejarán huella hacia los comicios de 2018. Así, se enfrentará el poder económico contra la responsabilidad social y económica en el gobierno.