La semana pasada conocimos datos de la economía de Estados Unidos como la inflación al productor, que se ubicó en -1.6% a tasa interanual y que sigue en terreno negativo desde hace nueve meses. Es difícil aislar y marcar “divergencias” entre los precios al productor y al consumidor. Efectivamente, este martes se conoció el dato de inflación al consumidor a octubre que se ubicó en 0.2% como tasa interanual. El tema de los precios energéticos ha seguido afectando los niveles de inflación y pone en riesgo el objetivo esperado por la Fed.

 

Por otro lado, las ventas al menudeo crecieron apenas 0.1% en octubre a tasa mensual y en 1.7% como tasa anual después de que hace un año estuviera a tasas anuales de 4.5% y en 6.5% a principios de 2012. La tendencia de baja es clara y preocupante. A pesar de que existen mejoras en la generación de empleo con un aumento en la ganancia anual salarial de 2.5%, ¿por qué las ventas al menudeo no reflejan esos beneficios hacia la economía?

 

La confianza del consumidor está en espera de la decisión de la Fed, en especial de saber si el movimiento tendrá potencial o no. Consideramos de nuevo que la política monetaria de la Fed es la variable más importante a seguir por los mercados.

 

También conocimos los datos de producción industrial que siguen sumergidos en una clara desaceleración que al final no suma valor al empleo ni al crecimiento económico de ese país en los siguientes meses.

 

Parece un círculo vicioso que poco a poco se contamina con diferentes eventos como la desaceleración global encabezada por China y la reciente confirmación de la recesión técnica de Japón. Pero también están los riesgos bélicos en algunos países de Asia y África del norte, y sus ideologías en contra de la acción de los grandes países desarrollados.

 

La economía mundial camina lento y requiere de tiempo para normalizarse, pero el hecho de que la Fed quiera anticiparse y que sus miembros se basen en el cumplimiento muy cercano de un objetivo de tres que tiene como mandato, como sería “el pleno empleo” con una tasa de desempleo de 5.0%, parece insuficiente.

 

Sin embargo, 2016 se visualiza difícil por el tema político electoral que se vivirá en Estados Unidos y por ello la reunión del 16 de diciembre próximo parece ser la única salida que tendría la Fed para evaluar a su economía con un primer movimiento de alza de 25 puntos base.

 

¿Qué pasaría si la inflación siguiera con riesgos deflacionarios? No hay duda de que la Fed tendría que buscar una acción con la tasa de depósito a los bancos y con algunos programas de estímulo monetario, pero eso podría contribuir por el lado político a un apoyo al partido gobernante por tratar de mantener dinámica la economía americana. Por ello, la decisión para este 16 de diciembre es crítica.

 

La fortaleza del dólar parece llevarlos de nueva cuenta a un círculo vicioso también porque un dólar fuerte afecta negativamente el movimiento de materias primas y el entorno internacional. ¿Hasta dónde se siente cómoda la Fed de tener un dólar fuerte?

 

Por ello, podríamos ver sorpresas en este diciembre y habrá que estar atentos a los mercados financieros. La moneda está en el aire aunque queda claro que si la Fed sube la tasa de referencia, deberá ser con movimientos graduales.