La semana pasada concluyó interesante. Se dio el primer revés del Congreso para la gestión de Trump. A pesar de ser de mayoría republicana, el cuerpo legislativo no vio una claridad y beneficio a la nueva ley de salud que propuso el gobierno y, más bien, un efecto negativo para quienes están en ese programa, pero algo muy importante, un riesgo político muy alto con sus representados en caso de aprobarlo. Prefirieron decirle NO a Donald Trump y mantener sus carreras políticas.

 

 
Los mercados accionarios como el Dow Jones, el Nasdaq y el S&P perdieron terreno semanal. No reflejaron una caída relevante porque a continuación vendrá la reforma fiscal que ha generado una alta expectativa.

 

 
La baja en impuestos a personas físicas y morales, así como la forma para buscar la repatriación de capitales tendrán un efecto sobre la economía. Además, vendrá una menor regulación en el sector financiero y ambiental, al menos. Si se suma al aumento en gasto de infraestructura y militar que quiere el presidente Trump, generarán mayor flujo disponible de las empresas y personas, lo que beneficiará al desarrollo económico, aunque de manera más apalancada. La Fed fue clara. Hasta tener con claridad la reforma fiscal y el presupuesto, el banco central hará su análisis y será preventivo ante cualquier riesgo inflacionario.

 

 
Por otro lado, la última semana de marzo se caracterizará por una serie de información muy importante para los mercados tanto en México como a nivel internacional. Aquí tendremos la decisión de política monetaria del Banxico. A pesar de que el tipo de cambio ha respirado bastante con una apreciación de casi 10% en el año al situarse en $18.76, el promedio diario en 2017 se ubica en $20.47. Por ello, sigue vigente el riesgo de la brecha inflacionaria. Esperamos un incremento en la tasa de interés en 25 puntos base para que se ubique en 6.50%, aunque si quisiera ser más enfático y terminar de ajustar el movimiento cambiario hacia los $18.00, definiría un aumento de 50 puntos base, aunque con un riesgo sobre un menor crecimiento de la economía y un mayor nivel de endeudamiento de personas, familias y gobierno. Nuestra postura es el primer escenario.

 

 

 
En Europa se iniciará la salida formal del Reino Unido de la Unión Europea este próximo 29 de marzo, conocido como el Brexit. Se detonará el artículo 50 del Tratado de Lisboa. El proceso será dentro de un plazo máximo de dos años, aunque en caso de extenderse se tendría que obtener la aprobación del Parlamento Europeo. Así, los tiempos se cumplen y esa incertidumbre se irá disipando poco a poco, aunque no sabemos el efecto hacia Reino Unido y la Unión Europea.
En Estados Unidos conoceremos el dato final del PIB al cuarto trimestre de 2016, estimado en 2.0%, así como al seguimiento de los indicadores de confianza al consumidor.

 

 
El trimestre está concluyendo positivo para los mercados en México. El accionario, por un lado, alcanzó un nuevo máximo histórico en 49 mil 83 puntos registrando, hasta el momento, una plusvalía de 7.54% nominal, pero medido en términos de dólares alcanza 18.90%. Consideramos que el efecto principal es una entrada de flujos de inversionistas extranjeros aprovechando el momento cambiario. Pero también, el hecho de que compren significa “confianza”, a pesar de un entorno de menor crecimiento y riesgo crediticio que pone en juego nuestra calificación.

 

 
El tipo de cambio cerró en 18.76 mercado interbancario y al menudeo, en 19.05. Se ubicó por primera vez por debajo de los 19.00 desde noviembre pasado, en un momento donde las posiciones “cortas” registradas durante muchos meses contra el peso mexicano se han “neutralizado”. El factor Trump de un riesgo rápido y de posibles decisiones más unilaterales contra el TLCAN, la construcción del muro y el tema migratorio se han “desfasado”, aunque no han desaparecido. El riesgo prevalece.