China decidió bajar su tasa de interés en otros 25 puntos base para llevarla a 4.35% y con ello enviar un “mensaje” de que seguirán haciendo lo necesario para que su economía, que está en desaceleración, lo haga de una manera “ordenada”. La decisión se da en un momento en el cual la economía crece por debajo de 7.0% y aprovecha la reunión del partido comunista para seguir con el cambio estructural.

 

Las decisiones de política monetaria que tomarán esta semana la Fed, el Banxico y el Banco Central de Japón son, sin duda, relevantes para los inversionistas sofisticados que marcan por momentos tendencias en los diferentes mercados.

 

Estas reuniones se sumarán a la que recientemente tuvo el Banco Central Europeo con efectos inmediatos en las divisas y en los mercados accionarios. El riesgo de que la economía de la zona euro resienta la “sombra” de la deflación generó una fuerte inquietud entre los miembros del comité que analizaron varias posibilidades para evitarla. Podrían extender el plazo de la compra de bonos más allá de septiembre de 2016, podrían aumentar el monto y universo de la compra por mes, que alcanza los 60 mil millones de euros, la posibilidad de bajar aún más las tasas de interés. Mario Dragui externó esta preocupación y que será en la reunión de diciembre cuando definan acciones adicionales si fuera necesario. Qué significa esta posibilidad?

 

bolsas_chinas_WEBSin duda, que la economía aún pueda necesitar mayores estímulos y por lo tanto “las tasas de interés” deberán seguir bajas por un buen tiempo. Por eso el euro se depreció 3.0% en tan sólo dos días de operación y las bolsas subieron al ser una alternativa de inversión por este efecto. Sin embargo, la duda está en ver si las economías de la región tienen la suficiente fuerza para crecer a mejores ritmos en 2016 o bien crecerán modestamente y habría que preguntar si las empresas podrán generar mayor valor en sus utilidades futuras respecto a los actuales niveles.

 

Por su parte, la Fed tiene que hacer un análisis exhaustivo tanto en su entorno interno como en el externo. Por el lado interno, seguimos viendo una inflación muy acotada sin presiones y con una gran “holgura” para retomar el camino hacia un objetivo estimado de 2.0% anual. La inflación general está en 0% y la del productor en -1.1% anual al mes de septiembre. Los datos de empleo marcaron una clara desaceleración en su generación, especialmente por el lado del sector servicios que ha sido el motor principal. Seguimos viendo hasta ahora que los datos de producción industrial muestran una clara desaceleración al crecer a ritmos anuales de 0.4%. En lo que refiere a vivienda, el desempeño es positivo, así como en su déficit fiscal alrededor de 2.4% del PIB. El jueves se conocerá el PIB al tercer trimestre del año y se espera un menor dato respecto al 3.9% del segundo trimestre. En la parte externa, el momento complicado de China, de Japón y ahora de la zona euro, harían difícil mostrar una postura “indiferente”. La producción industrial mundial pasa por un momento de menor actividad y la demanda externa ha perdido impulso afectando las balanzas comerciales, incluyendo la de Estados Unidos. Esperamos que no mueva su tasa de referencia.

 

En cuanto al Banxico, es claro que por el lado interno, el consumo privado está en un momento de expansión positiva en donde el empleo, las remesas familiares, el financiamiento bancario y el salario real aportan positivamente y las empresas del sector comercio generan opciones de ventas que permiten al consumidor decidir la compra de bienes duraderos y no duraderos entre otros. Sin embargo, este crecimiento no ha generado ninguna presión por el lado de la inflación, que se ubica en su nivel histórico más bajo (inferior a 2.50%). El PIB crece a ritmos moderados y la producción industrial crece apenas a 1.0% anual con una balanza comercial un poco estancada en su fase con Estados Unidos y por el efecto del petróleo. Así esperamos que no mueva su tasa de referencia.

 

En cuanto a Japón, la economía vive un momento complicado de bajo crecimiento e inflación, con una balanza comercial afectada por la baja demanda externa. Es probable que reduzcan sus previsiones de crecimiento e inflación y quizá dejen la puerta abierta para nuevos estímulos monetarios si quieren alcanzar la propuesta de gobierno de un crecimiento robusto con una inflación sostenida en 2.0% anual. Seguramente no harán cambios en su política monetaria, pero sí podrían dejar la puerta abierta a nuevos estímulos monetarios.

 

Como vemos, las economías mundiales viven momentos complicados y deberán seguir buscando acciones encaminadas a apoyar la estabilidad en el crecimiento y evitar riesgos “deflacionarios”, por lo que las tasas de interés deberán permanecer bajas por más tiempo y la Fed no tiene condiciones suficientes que lo lleven a subir este año las tasas de interés.