México inició la primera semana del año con fuertes movimientos en los mercados financieros, pero también con grandes movilizaciones sociales en diversos estados de la República ante la inconformidad por el anuncio “desmedido” del aumento en los precios de la gasolina a partir del 1 de enero, pero “abusando” y perjudicando a empresas especialmente comerciales con saqueos. También se dieron algunos anuncios de cancelación de inversiones que ya estaban en proceso en México, como fue el de Ford en San Luis Potosí y algunos tuits de Donald Trump que siguen amenazando a empresas que producen en México y venden en Estados Unidos como Toyota con incrementos en impuestos.

 

 

El gobierno mexicano a través del presidente Enrique Peña Nieto estuvo más activo al anunciar el nombramiento del nuevo secretario de Relaciones Exteriores de Luis Videgaray Caso en lugar de Claudia Ruiz Massieu para tratar de aprovechar la relación con la familia de Donald Trump y buscar evitar fuertes ajustes en las revisiones del Tratado de Libre Comercio y el tema migratorio que afecte los ingresos por remesas y problemas sociales y familiares con mexicanos que hoy viven y trabajan en Estados Unidos.

 
También el presidente Enrique Peña Nieto habló de lo que será 2017 tocando dos puntos importantes como el aumento en los precios de la gasolina al comentar la justificación del gobierno para llevarla a cabo y la relación bilateral con el vecino del Norte.

 
El efecto se vio en los mercados. La válvula de escape, como sabemos, es nuestro tipo de cambio. El peso mexicano llegó a tocar niveles al mayoreo en 21.62 que llevaron a una depreciación intrajornada el 5 de enero de 4.1%, pero hacia las 7:15 horas, el Banxico inició intervenciones directas en el mercado cambiario y el 6 de enero lo hizo en el mercado de Asia con la idea de “ordenar” condiciones para el inicio de la jornada en México.

 
El resultado fue positivo hasta el momento. El peso terminó en el valor spot en 21.26, aun así registró una pérdida semanal de 2.39%. El problema que vemos hacia adelante es que las condiciones de la estructura fundamental de nuestra economía siguen débiles y la llegada de Donald Trump el día 20 de enero hará que cualquier apreciación sea “limitada”. Seguimos esperando que el peso mexicano registre niveles históricamente más débiles en el primer semestre del año, que siga perdiendo terreno y este efecto del Banxico sea sólo para limitar más especuladores en el mercado.

 
La Bolsa terminó ganando 0.94% al cierre de la semana al ubicarse en 46 mil 71 puntos. El mercado sigue mostrando revisiones por sectores.

 

Consideramos que el sector comercial y de consumo interno pudiera verse afectado en el primer semestre del año. La revisión del TLC con Estados Unidos podría perjudicar a empresas del sector automotriz, aunque ya han descontado parte de ello algunas. El sector ligado a materias primas podría verse más favorecido por el entorno de los precios del petróleo, aunque dependerán de la velocidad de la Fed para el alza en las tasas de interés en el año y la fortaleza del billete verde.

 
De las tasas de interés, la curva de tasas domésticas se incrementó tanto en las de corto plazo como en las de mayor plazo. Consideramos que la tasa de referencia del Banxico, la tasa del fondeo diario, estará subiendo de 100 a 200 puntos adicionales y, en ese caso, nos preocupa la calidad y crecimiento del crédito del sistema bancario, especialmente en el segundo semestre de 2017.

 
El tema social puede incidir en lo económico, por lo que el tiempo juega en contra de la confianza para la inversión y consumo. La transparencia en los gastos y uso de los recursos por parte del Gobierno federal es relevante. Hoy no se tiene y la sociedad pierde poder adquisitivo día a día.