La filtración de sus resultados del primer trimestre una hora antes de su publicación llevó a Twitter a una situación caótica en Wall Street, al grado que la compañía tuvo que solicitar al gestor de la Bolsa de Nueva York que suspendiera temporalmente la cotización.

 

En ese momento perdía casi 6% del valor de mercado. A pocos minutos del campanazo, y con los números oficiales, los operadores trataban de fijar el precio de la acción.

 

Al final cerró con una caída de 18%, en lo que fue su segundo peor día en la bolsa desde su incursión a finales de 2013. Sólo le supera la caída de 24% en febrero de 2014.

 

La red social fue castigada porque sus resultados fueron peores de lo esperado. La cifra de negocio mejoró 74%, a 436 millones de dólares, pero los analistas esperaban 460 millones.

 

El número total de usuarios mensuales activos mejoró 18% en un año, hasta los 302 millones. El 80% son de móvil. Pese a elevar los ingresos y los seguidores, Twitter registró pérdidas de 162 millones en el trimestre, frente a 132 millones hace un año.

 

Lo que además contribuyó al desplome fue que la previsión de ingresos para el segundo trimestre se rebajó a los 485 millones, frente a 540 millones que anticipaban los analistas. La proyección que hace para el conjunto del ejercicio queda así en los dos mil 200 millones.

 

Tanto Twitter como el gestor de Wall Street tratan de determinar lo sucedido con la publicación de los resultados, para identificar el origen de la filtración.