La Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara dijo hoy adiós a su 31 edición con una asistencia preliminar de 814.833 personas, y tras favorecer un intenso intercambio cultural con Madrid, ciudad que pasó el testigo a Portugal como invitado de honor del próximo año.

 

El evento editorial, considerado el más grande del mundo en idioma español, aglutinó entre los días 25 de noviembre y 3 de diciembre actividades eminentemente literarias, pero también académicas y culturales.

 

El presidente de la FIL, Raúl Padilla, destacó que en esta edición la capital jalisciense volvió a acoger una “verdadera fiesta de la cultura y del pensamiento”, que supone “una cita casi obligada” para los profesionales del libro, de los cuales más de 20.000 acudieron al espacio de 34.000 metros cuadrados que conforman la Expo Guadalajara.

 

Más de 2.100 editoriales, que representaron a 47 países, llevaron al evento a 700 escritores. Entre ellos destaca el estadounidense Paul Auster, quien abrió el Salón Literario, en un acto en el que recibió la medalla Carlos Fuentes, y presentó su más reciente novela, “4 3 2 1”.

 

También el francés Emmanuel Carrère, quien obtuvo este año el premio FIL de Literatura en Lenguas Romances -tras el cual pronunció un discurso en el que habló sobre sus equilibrios entre la realidad y la ficción- y mantuvo un encuentro con jóvenes y otro con sus lectores mexicanos.

 

La FIL acogió la presentación de 620 novedades editoriales. Entre ellas “Ya nadie llora por mí”, del recientemente nombrado ganador del Premio Cervantes 2017, el nicaragüense Sergio Ramírez, “Los pacientes del doctor García”, de la española Almudena Grandes, y “Última escala en ninguna parte”, novela póstuma del mexicano Ignacio Padilla, fallecido el pasado año.

 

Raúl Padilla apuntó que durante las nueve jornadas, las ventas acumuladas de libros sumaron un total de 800 millones de pesos (42,92 millones de dólares), según las estimaciones de las editoriales.

 

Concretamente en el pabellón que Madrid tuvo como invitado de honor, se calcula que al cierre de la edición se habrá vendido un 40 % de los 13.400 volúmenes de autores españoles que llegaron a la FIL.

 

Asimismo, unas 29.812 personas asistieron a la venta nocturna del pasado viernes, en la que los estands ofrecieron descuentos.

 

La FIL ha favorecido un beneficio de unos 300 millones de dólares para la capital de Jalisco por el intenso flujo de visitantes llegados a la Expo Guadalajara, pues se calcula que unos 100.000 vinieron de otros estados del país.

 

El coordinador general del Ayuntamiento de Madrid, Luis Cueto, se mostró satisfecho por el aporte de Madrid este año y aseveró que estos han sido unos días de encuentro donde “compartir proyectos y vivencias”.

 

“Nos llevamos tanto como lo que dejamos, o nos llevamos mucho más”, apuntó.

 

Cueto habló sobre la experiencia que arrojaron las actividades del pabellón madrileño, un arriesgado diseño que desde fuera tiene forma de un gran cilindro negro y por dentro se asemeja a un ágora bañado por luz blanca.

 

El espacio implicó un “cierto peligro para los ponentes”, ya que las puertas estaban abiertas durante las actividades con los autores madrileños y a la vez, era una librería, lo que favoreció una constante entrada y salida de personas.

 

Por todo esto, para algunos escritores fue “un reto captar al público y que no se fuera”, reconoció el coordinador general.

 

Cueto recordó que Madrid dejará un legado en Guadalajara. La delegación cedió a la ciudad el pabellón y una réplica de la estatua del Oso y el Madroño (realizada a tamaño real con la técnica de impresión 3D), a lo que se suma la intervención artística del colectivo Boa Mistura en uno de los barrios de la urbe.

 

Este domingo se produjo el simbólico cambio de estafeta entre la ciudad de Madrid, representada por Cueto, y Portugal, en cuyo nombre acudió su ministro de Cultura, Luís Filipe Castro Mendes.

 

Castro dijo que ser el próximo invitado de honor de la FIL es un “motivo de orgullo”, y servirá para mostrar a los visitantes la identidad portuguesa, no solo en el terreno de las artes sino también en la ciencia, tecnología y las áreas económicas.

 

Enfatizó la “vitalidad” de su literatura actual, reflejo de una sociedad que han cambiado mucho en las últimas décadas: “Existe una pluralidad de voces, y cada escritor se presenta con una mirada especial y un universo singular”.

 

La próxima edición de la FIL se desarrollará del 25 de noviembre al 3 de diciembre de 2018.

 

 

 

caem