BUENOS AIRES. “Un país no es una empresa, es una nación, que nadie se confunda”, aseguró la presidenta saliente, Cristina Fernández, en su primera intervención pública tras el triunfo electoral en Argentina del opositor Mauricio Macri.

 

El comentario de la mandataria arropada de gobernadores peronistas en un acto público en la provincia de Buenos Aires, aludía al pasado empresarial de Macri, ex presidente del club Boca Juniors e hijo de uno de los principales magnates del país y quien ayer presentó a su equipo de gobierno que se caracteriza por pertenecer al sector privado; estudiaron en universidades privadas argentinas y continuaron con especializaciones en EU.

 

“El concepto de un país no se puede medir como el de una empresa (…) para que cierre un balance. El balance de un país se cierra por cuántos argentinos están adentro y cuántos afuera (….) Queremos que al país le vaya bien, no somos del ejército de tanto peor, tanto mejor”, insistió Fernández, arropada por gobernadores peronistas, en un acto público en la provincia de Buenos Aires.

 

“Quiero decirle a los argentinos, a todos, a los 42 millones, a los que nos votaron y a los que no nos votaron, que se queden tranquilos, no vamos a hacer las cosas que nos han hecho a nosotros”, agregó en respuesta a la polémica surgida por la reunión que mantuvo el martes con Macri, la cual, según el presiente electo, “no valió la pena” para avanzar en detalles sobre la transición.

 

“Vamos a colaborar, no vamos a dejar nunca a un gobierno sin presupuesto”, insistió Fernández, quien subrayó que la ventaja de Macri sobre el oficialista Daniel Scioli fue “muy escasa” (2.8 puntos).

 

“No me voy a ir, quédense tranquilos, siempre voy a estar con ustedes”, adelantó Fernández, al comprometerse a “velar por los derechos de todos, para que sean respetados, reconocidos”. Cristina Fernández entregará el bastón presidencial a Mauricio Macri el próximo 10 de diciembre en una ceremonia en el Congreso argentino.