El Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos informó que finalizará su programa de compra de bonos este mes, con lo cual concluye un periodo de inyección de liquidez al sistema financiero estadunidense implementado para contener la crisis financiera de 2008.

 

Durante seis años, el Fed compró tres billones de dólares en bonos con la intención de hacer fluir el crédito otorgado por las instituciones financieras que se desplomaron durante la crisis, como Lehman Brothers.

 

En un comunicado, el banco central estadunidense, actualmente presidido por Janet Yellen, informó que la economía estadunidense presenta una expansión moderada, así como una mejoría en el mercado de trabajo, un mayor consumo e inversión, por lo que la inyección de recursos se está volviendo innecesaria.

 

Sin embargo, consideró apropiado mantener una tasa de interés de 0.25% -nivel excepcionalmente bajo- dadas las condiciones económicas y que la inflación en Estados Unidos se mantiene por debajo de 2% anual.

 

Después de la implementación de estás políticas monetarias extraordinarias llevadas a cabo por el anterior presidente del Fed, Ben Bernanke, la Reserva Federal venderá estos bonos de vuelta al sistema financiero a tasas atractivas, por lo que otras economías competirán por captar recursos globales, lo que puede implicar un incremento en el costo del crédito.

 

“Muchos compran títulos del gobierno federal mexicano por las altas tasas de interés que ofrecen. Por consecuencia, está “pseudoventaja” empezará a diluirse, lo que encarecerá el financiamiento de las entidades públicas”, dijo a 24 HORAS, Oliver Ambia, Director del Departamento de Finanzas del ITESM Santa Fe.

 

A su vez, bancos multinacionales como HSBC, BBVA, Santander y Citibank, o domésticos como Banorte y Actinver, van a tener que ajustarse a estas condiciones, por lo que existe el riesgo de un encarecimiento del crédito en el país por su conexión con la economía de Estados Unidos.

 

“Hoy puedes adquirir un crédito hipotecario con una tasa de hasta 8%. Posiblemente cuando la compra de bonos desaparezca, el financiamiento suba de precio por las condiciones de obtención de recursos”, explicó Ambia.

 

A este escenario se suma la volatilidad de los mercados a nivel global, los cuales tienden a buscar mercados más seguros en tiempos de incertidumbre financiera. Después del anuncio, los principales índices en Estados Unidos cerraron a la baja.

 

El Dow Jones cerró con un descenso de 0.18%, el Nasdaq bajó 0.33%, el Standard & Poor’s 500 cerró con una pérdida de 0.14%. En México la Bolsa Mexicana de Valores no mostró un efecto negativo por el anuncio al registrar una ganancia de 0.45% y ubicarse en las 44 mil 239 unidades.

 

Con el fin del programa de estímulos monetarios estadunidense, los mercados estarán regidos bajo un ambiente de libre competencia.

 

“Existirá un ambiente de volatilidad latente y complejo en diferentes aspectos. Es decir, ahora estamos viendo el caso del petróleo, pero hace algún tiempo fueron los commodities (mercancías) o las turbulencias de economías europeas como Grecia, o el sistema bancario europeo que no pasó las pruebas de estrés”, dijo Oliver Ambiar.