La democracia mexicana da un paso adelante para la estabilidad y gobernabilidad del país. El pasado martes, ante autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) se entregó la solicitud de los Partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), para la conformación del Frente Ciudadano por México, que contenderá en los comicios del próximo año.

 

Este hecho, inédito en la historia política del país, se logra gracias al esfuerzo de sus dirigentes nacionales –Alejandra Barrales, Ricardo Anaya y Dante Delgado– que, anteponiendo diferencias ideológicas, colocan en el centro el interés general de México y los mexicanos. Con la conformación de este frente se hace realidad lo que para muchos resultaba imposible, mientras que otros intentaban evitarlo porque interfería en sus intereses personales.

 

La conformación del Frente Ciudadano por México es un acto de madurez política que trasciende en mucho la mera fase electoral, pues se presenta como una opción para implementar un programa de un gobierno incluyente y democrático que contribuya a remontar la actual crisis política, social y de seguridad que se vive en el país.

 

En este gran esfuerzo se ha contado con la importante participación de personajes como Santiago Creel, Héctor Serrano, Héctor Bautista y Jesús Ortega que, con gran visión y convicción democrática, colocan al Frente Ciudadano por México en la ruta de la Presidencia de la República; sin dejar de lado al doctor Miguel Ángel Mancera, quien también ha sido factor importante para la consolidación de este logro.

 

El Frente Ciudadano por México es una alternativa que busca involucrar a todas las fuerzas políticas, personalidades, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil. Es una propuesta que busca agrupar a los diversos pensamientos e ideologías del país para dar el paso de la simple alternancia del poder, a la transformación política, social y económica de esta nación.

 

Es una propuesta que busca acelerar el proceso de recomposición nacional, donde el centro está puesto en lograr mejores condiciones de vida para la gente, a partir de un programa y una plataforma común. Es un paso adelante para dejar atrás al viejo régimen presidencialista, pero también visiones paternalistas y populistas del poder en un solo hombre.

 

Con la formación del Frente Ciudadano -integrado ahora por el PAN, PRD y MC- se trata de remontar aquella visión pesimista que planteaba el Premio Nobel mexicano Octavio Paz cuando decía: “México ha vivido siempre entre los extremos, la dictadura y la anarquía, la derecha y la izquierda, el clericalismo y el jacobinismo. Nos ha faltado casi siempre el centro y por eso nuestra historia ha sido un largo fracaso. La prudencia, natural enemiga de los extremos, es el puente del tránsito pacífico del autoritarismo a la democracia”.

 

Las condiciones generales del país no están para egoísmos o banalidades. No se trata de un tema de derechas o izquierdas, sino de rescatar lo mejor de las fuerzas políticas que se coaligan para acercar diferencias y enriquecer las convergencias. En resumen: lograr la reconciliación y la recomposición política, en donde los únicos ganadores y beneficiarios serán los ciudadanos de esta nación.

 

Finalmente, con la conformación del Frente Ciudadano por México se materializa lo que, en amena charla de política coincidí con mi amigo Guillermo Huerta, ex diputado local y ex secretario particular de Santiago Creel, es un sueño: la unidad de fuerzas políticas para lograr un gobierno de coalición que diera pauta a la consolidación de la democracia mexicana. Al cabo del tiempo, es ahora una realidad.

 

caem