La Organización de los Estados Americanos (OEA) requiere mayor poder de decisión y compromiso de sus países miembros para acatarlas, así lo demostró la reciente Asamblea General del organismo, donde se discutió la crisis en Venezuela, sin lograr un acuerdo.

 

 

Al hacer un balance de la reunión que se celebró en México la semana pasada, el internacionalista y académico de la Universidad Panamericana, Carlos Lopez Portillo Maltos, considiera que faltó un verdadero diálogo, compromiso y mayor diplomacia.

 

 

“Estos foros merecen un poco más de seriedad, de propuestas… no se logró ese nivel diplomático que se requería”.

 

 

El especialista y autoridades destacan que pese a la falta de un consenso para emitir un pronunciamiento, se consiguió visibilizar que 20 países que representan 90% de la población del continente exigen un cambio en el país Gobernado por Nicolás Maduro, para lograr la libertad de presos políticos, abrir un canal humanitario y detener la Asamblea Constituyente.

 

Pese a esto, los países más pequeños como Antigua y Barbuda, Haití, San Vicente y las Granadinas, entre otros, impidieron emitir un pronunciamiento para que Venezuela acatara los compromisos democráticos de la OEA.

 

 

“Lo que queda ahí para el registro es que 20 países votaron una resolución que, entre otras cosas, hace un llamado al Presidente Maduro, a reconsiderar los términos de la convocatoria a una Constituyente en los términos en que fue planteada. Y solamente tuvo cinco votos en contra”, descató el Canciller mexicano, Luis Videgaray, el pasado 21 de junio, al finalizar la Asamblea General que se llevó a cabo el Cancún.

 

 

En el mismo sentido se pronunció el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien el sábado pasado destacó que “90% de nuestros compatriotas americanos alzaron su voz para condenar (al Gobienro de Maduro) y pedir soluciones”.

 

 

El académico Lopez Portillo Maltos atribuyó la postura de los países que votaron en contra a la dependencia que tienen de Venezuela.

 

 

“Muy curioso fue el peso que tuvieron los países del Caribe, que fueron los que apoyaron al Gobierno de Venezuela… obviamente por la importancia que tiene para ellos en la cuestión del petróleo, les vende petróleo a muy bajo costo y son economías muy pequeñas que su dependencia es muy directa de ese país … entonces no aliniarse es un riesgo para ellos”, destaca López Portillo Maltos en entrevista.

 

 

El experto añade que uno de los retos de la OEA es darle mayor poder para lo cual hace falta mayor compromiso de sus miembros para acatar los acuerdos, que no sea como los puntos de acuerdo en el Congreso, que son “llamadas a misa”, que las atiende quien quiere.

 

 

“Ese es un gran reto, no sólo para la OEA, para muchos organsmo internacionales… cumplir lo que se pone en el papel… La OEA si bien cumple el papel de generar diálogo, lo más importante es que haya consecuencias, que haya acciones directas para cumplir con las resoluciones… que tenga la capacidad como organismo de tomar decisiones de mayor rango…

 

 

El experto considera que en el caso de Venezuela, la OEA no se va a quedar con los brazos cruzados e insitirá en influir para buscar una solución.

 

 

El objetivo, dice, debe ser tratar de resolver el problema que se vive en Venezuela, el cual puede detonar en más violencia.

 

 

“Es una bomba de tiempo… el rompimiento viene cuando ya los gobernados se ven afectados en temas de su vida diaria, la falta de medicinas, de comida, electricidad, cuando faltan todos esos recursos elementales, es ahí cuando viene el rompimiento y puede haber algo mucho más violento”, alerta el experto.