Terminó una temporada 2017 de Fórmula 1 que abandonó por completo toda una época para buscar abrazarse a la modernidad. Lo primero que hemos visto es un grupo de transformaciones orientadas a la mercadotecnia, a la captación de nuevos aficionados que no solían voltear a la máxima categoría.

 

Hace algunas temporadas, cuando ganaba un solo piloto aplastando, se pensaba que ese tipo de campeones era injusto para la categoría. Esta vez, hubo pelea desde el primer momento, Vettel tuvo en la mano conquistar un campeonato más, pero al final fue Hamilton quien alcanzó y venció a un piloto de otra escudería.

 

Hubo polémica que se desató en Bakú y alcanzó para meter a Force India entre las escuderías que deben controlar a sus pilotos, con el duelo entre Sergio Pérez y Esteban Ocon. Pero las cosas tienden a irse simplificando, a hacerse más populares.

 

Esa tendencia produjo escenas extrañas como la que mostró al campeón mundial del video juego de F1, entregándole un trofeo por vueltas rápidas a Lewis Hamilton, tetracampeón mundial, algo impensable en la era de Bernie Ecclestone.

 

Y así, la categoría se irá actualizando de la mano de los nuevos dueños estadounidenses que, en cuestión de show, saben muy bien lo que hacen. Pero, ¿es el camino correcto?

 

Hay otros temas que valdría la pena revisar lo antes posible, por ejemplo el de los reglamentos técnicos y la paridad de los motores, etcétera, pero también vale la pena darle importancia al de la estética.

 

Probablemente suene frívolo pero es de máxima importancia porque de eso también ha vivido la F1 en diferentes épocas. Se nos vendrán encima los autos con Halo en el 2018, con coches que de por sí ya son feos.

 

La Fórmula 1 comenzará a vender más gorras, camisetas, banderas y videojuegos que nunca, pero jamás podremos pensar que la industria renunciará a utilizarla para vender autos.

 

Urge checar la estética, lograr que nuevamente la F1 sea una categoría aspiracional para todos, una serie que nos vuelva hacer soñar con las grandes hazañas de los pilotos pero también con los autos de ensueño que merecemos.

 

Dentro de todo esto, ¿Cuánto vale la temporada de Sergio Pérez? Que tuvo sus altibajos. Es todo un tema de debate que tendremos la próxima semana en este mismo espacio.