WASHINGTON. Lo que a primeras horas del día circulaba como un rumor, por la tarde se terminó de confirmar. El gobernador norteamericano por New Jersey, Chris Christie, que terminó en el sexto lugar en las primarias de New Hampshire, abandonó la campaña por la candidatura republicana a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre de este año.

 

“Abandono la carrera (presidencial) sin una onza de arrepentimiento. Estoy muy orgulloso de la campaña que hicimos”, expresó Christie en su nota.

 

La confirmación se produjo horas después de que Carly Fiorina, también contendiente por el Partido Republicano, anunciara su dimisión a pelear por la candidatura de ese espacio después del pobre resultado obtenido en las primarias del estado de Nuevo Hampshire, donde apenas consiguió 4% del respaldo.

 

La rabia triunfó en las primarias de Nuevo Hampshire y dio alas al socialista Bernie Sanders, ganador por los demócratas, y al magnate Donald Trump, favorito republicano, que ahora comienzan un camino más difícil en el sur y oeste de Estados Unidos.

 

Después del buen papel en los caucus (asambleas populares) de Iowa, la victoria de Nuevo Hampshire supuso un gran impulso para Sanders, senador por el vecino estado de Vermont que hizo historia al aglutinar 60% del apoyo y vencer así a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton (38 %).

 

Consciente del terreno hostil en Nuevo Hampshire, la ex primera dama no perdió el tiempo y, justo antes de las primarias, viajó a la ciudad de Flint (Michigan), inmersa en una fuerte crisis sanitaria y de gran peso de población negra, composición similar a la de Carolina del Sur, donde los demócratas celebran primarias el 27 de febrero. Los hispanos también podrían jugar a favor de Clinton en Nevada, donde su campaña lanzó un anuncio en español.

 

Nuevo Hampshire también sirvió para reforzar a Trump, que lleva las de ganar en las primarias republicanas de Carolina del Sur, el 20 de febrero, donde las encuestas le confieren 36% de apoyo por encima de los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, según la media de los sondeos de la web Real Clear Politics.

 

Quedan 271 días para las elecciones presidenciales de EU y mucho puede cambiar, pero lo que las primarias de Nuevo Hampshire han demostrado es el descontento de los ciudadanos con la dirección del país, aunque la solución -en voz de Trump o de Sanders- tiene recetas casi irreconciliables.