El terremoto de 8.2 grados de este viernes puso en evidencia la falta de mantenimiento del Sistema de Alerta Sísmico de Oaxaca (Saso). De acuerdo con algunos testimonios en algunas zonas no se activó y en otras lo hizo cuando el sismo había comenzado.

 

“Es una zona de temblores, nuestro sistema de alarma sísmica no funciona en algunas zonas porque debe millones de pesos de mantenimiento por una deuda de la administración pasada”, cuenta Arturo Jiménez Jiménez, quien con otros trabajadores del Seguro Popular y del Sector Salud del estado improvisaron un puesto de recolección de víveres en el Zócalo de la capital oaxaqueña, para llevarlos a las comunidades afectadas de la zona del Istmo de Tehuantepec.

 

A unos metros de ahí, en uno de los muchos puestos que ofrecen ropa tradicional del estado, Ana María narra que la alarma sonó cuando estaba temblando. “Los vasos de la alacena de mi mamá se empezaron a caer, entonces nos salimos”, dice mientras se talla los ojos. “Es la desvelada, nos dormimos hasta la madrugada porque decían que seguía temblando y no nos podíamos dormir”, agrega la mujer que vive a unas calles del zócalo.

 

El Sistema de Alerta Sísmica para la Ciudad de Oaxaca (SASO) opera desde 2003, pero su desarrollo inicio en el año 2000, después de un terremoto de 1999 que afectó a la entidad.

 

Según la información pública en su página web, el SASO proporciona un tiempo de oportunidad de 30 segundos”, si el sismo detectado ocurre en la región de la costa de esa entidad, o en menos tiempo si el evento sísmico ocurre cerca de la capital. El sistema esta conectado a las estaciones locales de radio y televisión comercial,  además de difundir la alerta a través de altavoces colocados en puntos fijos de la capital del estado.

 

El SASO  está interconectarlo al Sistema de Alerta Sísmica para la Ciudad de México (SAS), que opera desde 1991, a cargo del Centro de Instrumentación de Registro Sísmico (Cires).

 

Ambos han generado 14 y 20 Señales de Alerta Pública, es decir para eventos de fuertes efectos, respectivamente, así como 59 y 13 Alertas Preventivas, para sismos moderados en más de dos mil 200 sismos detectados por sus estaciones sismo sensoras.

 

En diciembre pasado, la asociación civil Cires envió al Congreso de Oaxaca para reclamar el pago de un adeudo de 24 millones de pesos contraído durante la administración de Gabino Cué.

 

La misiva señalaba que el ex mandatario incumplió el pago de 17.7 millones de pesos por los servicios para asegurar la función del sistema entre abril de 2012 y diciembre de 2013. Adicionalmente, No cubrió el pago por servicios prestados durante 2016, por una cantidad de seis millones 250 mil pesos.

 

Mauro, un hombre que conduce un taxi, recuerda que se preparaba para irse a dormir, se lavaba los dientes cuando sintió “el jalón”, pero no escuchó la alarma. Su domicilio se localiza en Santa Lucía del Camino, muy cerca del recién inaugurado Centro Cultural y de Convenciones, ahí donde, el jueves, horas antes del terremoto, se agarraron a golpes los maestros con los policías por la visita del Presidente”.

 

PAGO PARCIAL

 

Apenas hace unos días, el  titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca (Cepco), Amando Bohórquez Reyes, señaló que durante la administración anterior, los sensores, bocinas y las 36 antenas del SASO instaladas en el territorio estatal no recibieron mantenimiento.

 

Según declaró el funcionario a finales de agosto, el actual gobierno hizo ya un pago de cinco millones de pesos a la deuda heredada para que “en dos semanas más”, especialistas revisen el sistema y corrijan las fallas.

 

dca