Este domingo Mexicanos Primero instaló en Periférico Sur un contador electrónico llamado El Abusómetro, que pretende evidenciar la cantidad de recursos que se desvían o roban del presupuesto educativo, cuyo monto llegaría a los 35 mil millones de pesos anuales, según estimaciones de la propia organización.

 

Para calcular la cifra y la velocidad a la que corre el Abusómetro la organización se apoyó en cifras oficiales del Censo Educativo que reporta que las escuelas del país tienen grandes carencias y que, sin embargo, hay 298 mil 174 pagos irregulares.

 

El cálculo se basa en cada plaza de maestro que  recibe un sueldo promedio de 10 mil pesos mensuales multiplicados por los 298 mil 174 pagos irregulares a comisionados y aviadores que implica 95 millones pesos  diarios y da el total de 35 mil millones al año.

 

Esta cantidad de recursos equivale a siete veces el presupuesto de la Suprema Corte de Justicia, tres veces el del Poder Legislativo y dos veces el de la Procuraduría General de la República (PGR).

 

Con ese dinero, la organización asegura que se podrían construir 24 escuelas cada día, pagar al menos 17 mil pesos mensuales a cada maestro en servicio, alimentar a 12 millones de niños en la escuela diariamente, becar a seis millones de jóvenes cada año, comprar útiles escolares para más de 12 millones de alumnos o invertir 80 veces más en la capacitación de maestros.

 

Por esto, el presidente de esta asociación, Claudio X. González, pidió que se hicieran públicas las bases de datos del Censo de Escuelas Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) realizado por el INEGI y poner orden en la nómina magisterial.

 

“Reiteramos que los ciudadanos tenemos el derecho y la obligación de exigir que el dinero que aportamos a la educación se utilice de manera transparente y eficiente para la lograr la calidad educativa”, aseguró en conferencia de prensa.

 

El espectacular forma parte de la campaña #FinAlAbuso y estará activo hasta que haya atención de las autoridades para transparentar los recursos que se manejan con opacidad y corrupción.