Vicente Fox estaba muy enojado en víspera de la elecciones de 2000.

 

 

Una filtración periodística dio cuenta de algunos diálogos con su entonces coordinadora de prensa, Marta Sahagún, y esa experiencia lo llevó a una reflexión y a una decisión de Estado.

 

 

La reflexión:

 

 

-El Cisen no es utilizado para proveer de inteligencia al gobierno, sino para perseguir a adversarios políticos.

 

 

Y la decisión:

 

 

-Voy a desaparecerlo porque no lo necesitamos.

 

 

Yo lo escuché durante un desayuno en la dirección del periódico donde colaboraba entonces, y quedé pasmado.

 

 

Más sorprendido estuve cuando cumplió su palabra.

 

 

El Cisen fue desmantelado y todos los investigadores, echados con sus archivos a la calle, donde remataban expedientes a quien le interesaran.

 

 

Pero el membrete quedó y siguió con Felipe Calderón, mas no un trabajo serio para saber dónde había guerrilleros, cómo opera el narcotráfico, cómo abandonaban al Ejército Mexicano soldados con capacitación elevada.

 

 

De ahí surgieron los Zetas.

 

 

Hoy, más de 16 años después, la inteligencia del Estado mexicano sigue sin operar y, para desgracia, el director del Cisen, Eugenio Imaz, está enfermo y no puede realizar su tarea a plenitud.

 

 

Intercambio de inteligencia bilateral

 

 

Esta triste realidad de México ha sorprendido a las autoridades estadunidenses.

 

 

A los datos:

 

 

Por acuerdo bilateral, desde el 11 de septiembre, ambos países han iniciado el intercambio de información altamente sensible en materia de seguridad.

 

 

Esto incluye, naturalmente, un listado de los grupos delincuenciales de un lado y otro de las fronteras, suministro de huellas dactilares y, sobre todo, antecedentes de los grandes capos.

 

 

En teoría todo marcha bien.

 

 

Sin embargo, los jefes de los organismos estadunidenses –FBI, DEA, ICE, Aduanas, etcétera– tienen muchas reservas.

 

 

En doble vía:

 

 

Se preguntan si la PGR y otras instituciones del Estado mexicano entregan todos sus archivos o si los rasuran para proporcionar información parcial.

 

 

Y a la inversa: si los datos entregados por Estados Unidos no serán un riesgo con corporaciones infiltradas y, por lo tanto, usados para advertir a los principales cárteles y demás grupos criminales.

 

 

El dato causa escalofrío.

 

 

No más policías y patrullas a granel

 

 

 

El Smart Cities Summit México. Planeación Inteligente para el Desarrollo ha servido para analizar muchos aspectos de la situación de los municipios en el país.

 

 

Organizado por el alcalde de Guadalupe, Nuevo León, como presidente de la Asociación de Municipios Mexicanos y Ciudades Inteligentes (AMECI), Francisco Cienfuegos, presentó ponencias profundas.

 

 

Centrémonos en una de ellas: Realidades y mitos sobre el uso de tecnología en materia de seguridad, desarrollada, entre otros ponentes, por el senador sonorense Ernesto Gándara.

 

 

En síntesis:

 

 

“Olvidémonos de la contratación de policías muchas veces corruptibles y de la compra de patrullas a granel. Establezcamos un gran sistema de vigilancia –cámaras, drones, satélites– para obtener información.

 

 

“Metámonos en las finanzas de los capos, de los cárteles, de los empresarios defraudadores. Cotejemos ingresos con gastos y sabremos quién gasta de más o quién evade al fisco.

 

 

“Así ya sabemos dónde están y la autoridad puede ir por ellos”.