Chicago. El gobierno de Estados Unidos prevé una sentencia mínima para los hermanos mexicanos Pedro y Margarito Flores quienes por años han sido “testigos extraordinarios” que ayudaron a desmantelar operaciones de los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva; así lo revelan documentos de la corte de Chicago divulgados ayer.

 

En un memorando dirigido al juez Rubén Castillo, que dictará sentencia contra los hermanos el próximo día 27, el fiscal federal del Distrito Norte de Illinois, Zachary T. Fardon, solicita que la corte imponga como castigo “el mínimo de 10 años, o cercano al mínimo”.

 

Según el fiscal, “a pesar de un gran riesgo personal y de sus familias”, los hermanos Flores se convirtieron desde 2008 en “testigos extraordinarios”.

 

Los informantes realizaron a pedido del Gobierno más de 70 grabaciones telefónicas incriminatorias con miembros de ambos cárteles, incluyendo dos con Joaquín El Chapo Guzmán, y su hijo y lugarteniente, Jesús Alfredo Guzmán Salazar. Así como de Ismael Zambada García, El Mayo.

 

Según el memorando, fueron necesarios seis meses de entrevistas diarias de los hermanos con agentes federales, y varias declaraciones ante un gran jurado, para que revelaran la “información histórica” que condujo a más de 50 procesamientos y decomisos de drogas y dinero en efectivo.

 

El memorando agrega que la “ayuda sin paralelo” de los hermanos Flores, “compensa de manera suficiente su culpabilidad criminal, de tal manera que el Gobierno recomienda la pena mínima”.

 

En los documentos de la corte se señala que entre 2005 y 2008, los hermanos mellizos, de 33 años, y su equipo “obtuvieron y distribuyeron” desde Chicago, Los Ángeles y otras ciudades del país un promedio de mil 500 a dos mil kilos mensuales de cocaína y heroína enviada desde México.

 

Por los mismos canales por los que recibieron la droga enviaron a México unos mil 800 millones de dólares en efectivo.