Empleados sin casa, otros cuyos hogares resultaron dañados y deben mudarse a sitios más alejados de su lugar trabajo o algunos más que deben encontrar un lugar seguro para dejar a sus hijos en tanto se reanudan las clases, o los temores en cuanto la seguridad del inmueble que ocupa la empresa son sólo algunos factores que pueden reflejarse en una baja en la productividad de las empresas después de eventos como los recientes sismos.

 

Para Jesús González, presidente de Pacto Mundial de las Naciones Unidas en México y socio Líder de Asesoría en Sostenibilidad, Administración de Riesgos y Gobierno Corporativo de KPMG en México, el mayor reto en este momento viene de la afectación a las personas que, de manera colateral, va a afectar a algunas empresas.

 

“Viene una baja en la productividad porque las personas están distraídas; además de la gestión del tiempo, hoy los colaboradores (empleados) enfrentan conflictos personales, patrimoniales, de movilidad, particularmente en ciertas zonas como la Ciudad de México”. Esto abonará a cambios en los cambios en los patrones de consumo que podrían observarse en adelante.

 

Hasta el viernes pasado, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social reportó más de mil denuncias sobre centros de trabajo con afectaciones por el sismo. En tanto, la Secretaría de Educación Pública (SEP) informó ayer que continúa la revisión de las escuelas y que tres mil 591 reanudan sus actividades este lunes; es decir, más de la mitad aún no está en operación.

 

SIN PLAN EMERGENTE

Jesús González señaló que menos de 1.0% de las empresas en el país tiene planes de continuidad y de gestión de crisis, un nivel muy bajo que está directamente relacionado con el tipo de empresas.

 

Cifras de la Secretaría de Economía indican que hay 5.6 millones de empresas y de éstas sólo 0.2% son grandes, 0.8% son grandes y 99.0% son micro y pequeñas. Estas últimas generan 52.0% del Producto Interno Bruto (PIB) pero en su mayoría no cuenta con un protocolo de continuidad. En este contexto, recomendó que cada organización debe analizar desde su modelo y giro de negocio una posible afectación.

 

La Dirección de Estudios Económicos de Citibanamex anticipó hace unos días que la destrucción de viviendas, infraestructura, fábricas y otros bienes por el terremoto del 19 de septiembre tendrán un impacto en la riqueza de la nación.

 

Según la institución, el evento que afectó a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, Puebla y Morelos tendrá un impacto al PIB nacional de 0.4% en el tercer trimestre y de 0.1% en términos anuales. Sin embargo, en adelante las actividades de reconstrucción compensarán el impacto negativo.

 

*edición impresa 24 Horas

 

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