La propuesta está sobre la mesa. Se trata de un proyecto, un nuevo modelo de gobierno donde la participación activa de la sociedad busque mitigar la inseguridad en Guerrero y todo el país. Esa es la visión que durante años ha propuesto Bruno Plácido Valerio, coordinador de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

 

En una charla con 24 HORAS el líder comunitario asegura que a pesar de las acusaciones en su contra, la orden de aprehensión que tiene acuestas, y las complicaciones de la diabetes que padece, la finalidad del movimiento está por encima de las adversidades, incluso por encima de las rejas.

 

La idea, señala, es cambiar el chip de la gente. Hacerle saber a las comunidades que pueden opinar, participar en la vida pública y política del país, porque “ya no necesitamos discursos de Mesías, sino un discurso real, acorde a lo que estamos viviendo”.

 

“La gente no tiene no empleo, falta más atención, una formación y una visión social de su participación, la inseguridad tiene que romperse de un contexto integral, pero no hay un proyecto de gobierno, hay un proyecto de administrar a los ciudadanos”.

 

Ante eso ¿qué plantea la UPOEG?

 

Un nuevo modelo de construir, de desarrollo con gobierno y sociedad, caminando juntos, pero cada quien en su responsabilidad, que se tome en cuenta a la ciudadanía para resolver los grandes conflictos. La UPOEG plantea un proyecto de participación ciudadana, una revolución ideológica no armada que corrija el método de gobierno pero no destruirlo. Trabajar en conjunto, pero no estar sometidos ni condicionados a ellos.

 

Un proyecto de desarrollo donde ganemos todos, y no significa que todos seamos empresarios, sino que la distribución de la riqueza del estado se reparta de forma coordinada, descentralizada para que los recursos fluyan en todos los rincones, todos los estados y municipios.

 

¿Qué causa esta situación?

 

 

El sistema de empobrecimiento es la causa de la delincuencia en el país y el estado mexicano no puede con ella porque hay un desborde de esa pobreza en los estados, en los municipios. No es un asunto de leyes, es un problema de cómo gobernar, de la política pública, de administrar y un problema de romper con centralismos, es el conflicto.

 

Parece un tanto utópico

 

No es fácil, no lo vamos a resolver en unos meses o un año, es un proceso, porque a mucha gente, durante más de 70 años, la educaron a que es un problema de gobierno, ‘que tu no pienses porque yo soy el que decide por ti’. Hoy no queremos eso, queremos que el ciudadano empiece a tomar sus decisiones por sí mismo para buscar el desarrollo colectivo. No es grilla, no es ser revoltoso, es ejercer el derecho que te pertenece como ciudadano, y el derecho colectivo y el derecho a la tranquilidad, a una vida más digna.

 

No se va resolver de la anoche a la mañana, pero es un proceso que hay que ir construyendo, analizando, debatiendo, porque quitarle el chip a la gente del ‘yo pienso por ti’ es difícil, hay que trabajar con la mente de la agente para su beneficio y desarrollo, no matando a la gente.

 

Pero se les señala por andar armados, ¿es cambiar la ideología con armas?

 

Nuestro lema lo dice: “Somos Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero, Movimiento por el Desarrollo y la Paz Social”. No es un movimiento guerrillero, armamentista para derrocar un gobierno, que si agarramos las armas, es cierto, para mitigar a los delincuentes porque no vas a hacer frente a los criminales con una cruz ni con un rosario. Tenemos claro que no se resuelve con arma sino con participación de la gente, con inversión del gobierno, una política de corresponsabilidad.

 

¿Entonces no buscan suplantar a la autoridad?

 

Somos ciudadanos que queremos dejar de ser objetos y pasar a ser sujetos de la vida pública y no significa que vamos a hacer el trabajo de ellos (gobierno), no significa que vamos a administrar los recursos, no, nada más que aprendan a ser equitativos, que haya transparencia. No queremos suplantar a nadie sólo queremos devolverle la dignidad y la tranquilidad a los ciudadanos, el desarrollo de los guerrerenses. Queremos seguir siendo como somos pero no podemos seguir permitiendo como estamos, eso es todo.

 

¿Cómo ha respondido el gobierno ante esa propuesta?

 

La autoridad no ha cumplido su papel porque permite que haya corrupción, que el campo no tenga un auge al darle el valor agregado a cada producto, toda esa parte tiene que ver con la inseguridad y con la responsabilidad también que tenemos como ciudadanos, como jefes de familia, o como autoridad de todos los niveles. Si todos asumiéramos nuestra responsabilidad los conflictos en el país se disminuirían.

 

¿Por qué recurrir al gobierno federal, qué pasa con la autoridad estatal?

 

En el estado hay un centralismo de decisiones, y hay que hacer entender que hay que estar coordinado con los tres niveles de gobierno. Lo que llevamos es una política de participación ciudadana, donde todos construyamos, y es lo que venimos a dialogar con el gobierno federal porque nosotros queremos un sistema para mediar el conflicto de la inseguridad, pero no se requieren puras armas, se requiere inversión, que el gobierno cambie su estrategia de desarrollo, que se garantice la seguridad, y el desarrollo intelectual y social de los ciudadanos.

 

¿No hay temor de que el gobierno responda con medidas similares a las de Michoacán, donde se instauró una comisión de la Federación?

 

Se violentarían las leyes. Usted lo puede ver, mucho presiente municipal se queja de que hay cosas que ellos no deciden, y la ley 115 del municipio habla de la autonomía, el estado de Guerrero tiene su autonomía y su soberanía. Lo que paso con Michoacán de que mandaron comisionado es contra la soberanía del estado y eso es ilegal, porque no hay un estado de derecho sino de sometimiento, de centralismo, de caciquismo del poder público.

 

¿Qué hacer entonces?

 

Lo primero es que se nos garantice la seguridad a todos los guerrerenses con la participación de nosotros, y empezar a que los tres niveles de gobierno tomen en cuenta a los ciudadanos en lo que nosotros llamamos “la consulta”, para discutir cómo vamos a progresar en el tema del campo, reconstrucción del tejido social, reconstruir un modelo de gobierno, reconstruir la ministración, porque ahí está la clave, hay muchos recursos, se dice que se invierte, pero no se ve en qué.

 

¿Las acusaciones en su contra son un obstáculo?

 

Cuando alguien pierde piso o pierde visión lo más fácil es matar o detener, creo que aquí lo que ellos (gobierno) deben saber es que no pueden gobernar solos. Estamos conscientes de todos los obstáculos pero estamos dispuestos a pagar las consecuencias con tal de que se logre este objetivo, un cambio, pero tampoco queremos que se nos satanice.

 

¿No teme que sea encarcelado?

 

 

No, porque ya somos muchos, si uno cae hay ya más compañeros que le van dar continuidad a esto. No creo que alcance una cárcel para meter a tanta gente, de por sí ya están saturadas por tantos delincuentes o inocentes, porque hay muchos criminales que andan sueltos. Tenemos un amparo sólo para saber quién me acusa, quién me requiere, pero ellos me pueden detener y encarcelar cuando quieran y pueden justificarlo con cualquier delito.