Una parte importante de la imagen es identificar cómo nos distinguimos del resto de las personas, pues los detalles nos hacen diferentes. En Imagen Pública se realiza una división de siete tipos de estilos, pero primero hay que definir: ¿qué es el estilo? Es la forma en la que expresamos nuestra individualidad, el tipo de ropa que usamos, la forma en la que llevamos el cabello, los accesorios que nos gustan, el tamaño de los mismos, las marcas de preferencia, el tipo de telas en la ropa o las texturas dicen mucho de nosotros.

 

Podemos tener una combinación de estilos, esto quiere decir que puede haber uno, dos o más, pero de lo que se trata es de dar una comunicación apropiada a cada situación.

 

En primer lugar, debemos identificar qué estilo somos o cuantos estilos tenemos, y después tratar de adaptar el mismo a la situación para sacar el mayor provecho de nuestra imagen.

 

Las personas de estilo natural se distinguen por ser muy prácticas en su arreglo, les gusta llevar pocos accesorios o de tamaño pequeño y si usan algunos incluso los llegan a perder, ya que inconscientemente juegan con ellos y se los quitan.

 

Les gusta que su ropa tenga texturas suaves, aman las telas resistentes como la mezclilla, ropa de punto o tejida, el algodón está dentro de sus preferidas, que sean gruesas y su palabra favorita es comodidad.

 

El cabello por lo regular cuidan que sea suave pero no les gusta usar gel, spray o espuma para controlarlo, les gusta que se vea sano y con movimiento, incluso que puedan pasar sus dedos por el mismo.

 

RECOMENDACIONES

Cuidar que el cabello se vea controlado al recogerlo, en el caso de las mujeres, ya que de lo contrario se dará una impresión de descuido.

 

El uso de prendas muy holgadas (cómodas) puede ser desfavorable para nuestra apariencia, pues aparte de vernos desalineados nos da mayor volumen visual o sobrepeso, que muchas veces no es real.

 

Llevar siempre la talla correcta y cómodamente.

 

En los hombres de este estilo la camisa con corbata siempre es un tema, pues hay que elegir el cuello del tamaño adecuado. Cuando se abotone, deberá quedar un dedo entre el cuello y la camisa para evitar que a media mañana se desabotone y la corbata quede fuera de lugar.

 

El estilo natural es muy sencillo, por lo que hay que aprovechar esa ventaja para hacerlo sobrio con colores o accesorios que le den ese toque de elegancia.