SEÚL.- Estados Unidos y Corea del Sur acordaron intensificar la presión sobre Corea del Norte para que detenga su programa nuclear, además decidieron levantar las restricciones sobre la capacidad de carga de los misiles surcoreanos para reforzar la capacidad defensiva de Seúl contra Pyongyang.

 

Hemos llegado a un acuerdo final para eliminar todas las restricciones de peso de las ojivas nucleares de los misiles surcoreanos”, que hasta ahora era de 500 kilogramos, dijo el presidente surcoreano Moon Jae-in, en una rueda de prensa conjunta con su colega estadunidense, Donald Trump, al término de su reunión en la Casa Azul.

 

Ambos mandatarios también acordaron expandir y fortalecer el despliegue rotativo de las fuerzas estratégicas de Estados Unidos en Corea del Sur y sus alrededores, según la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

 

En el marco de la misma conferencia de prensa, televisada a nivel nacional, el presidente surcoreano aseveró que con los acuerdos alcanzados con Trump se logrará “un nivel de cooperación sin precedentes” con Estados Unidos con el objetivo de mejorar el capacidad defensiva de Corea del Sur.

 

Asimismo, los mandatarios de Estados Unidos y Corea del Sur decidieron seguir ejerciendo presión sobre Corea del Norte. “Exigimos que Corea del Norte detenga el desarrollo de su programa nuclear y regrese a las negociaciones”, declararon.

 

Si bien no habló sobre conversaciones directas, el presidente estadunidense exhortó a Corea de Norte a sentarse a la mesa de negociaciones y llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear.

 

Trump, quien llegó este martes a Seúl en el marco de su gira asiática, afirmó que ve “ciertos movimientos” hacia un posible diálogo con Corea del Norte, después de que su Administración decidiera endurecer el tono con el régimen de Kim Jong-un.

 

Sin embargo, el jefe de la Casa Blanca insistió en que su país está preparado para utilizar “todas sus capacidades militares contra Corea del Norte, si fuera necesario”.

 

“Dios quiera que nunca tengamos que usar” la fuerza militar contra Corea del Norte, señaló tras subrayar la fuerza estadunidenses en la región, donde han sido desplegados submarinos y portaaviones como advertencia a Corea del Norte.

 

Tras masacre en Texas, resiste control de armas

El Presidente Donald Trump rechazó ayer la necesidad de abrir el debate sobre el control de posesión de armas en Estados Unidos y dijo, incluso, que con más restricciones las víctimas del tiroteo en Texas “podrían haber sido cientos”.

 

“Si ese hombre no hubiera tenido un arma y le hubiera disparado (al tirador), las víctimas podrían haber sido cientos”, dijo Trump en referencia al residente de Sutherland Springs (Texas) que, armado con su propio fusil, se enfrentó al hombre que abrió fuego en una iglesia matando a 26 personas, tras lo que se quitó la vida.

 

El actual inquilino de la Casa Blanca zanjó así las preguntas sobre una modificación de la ley a raíz de la peor matanza de la historia de Texas en una rueda de prensa en Seúl, donde afirmó que “el estado con más controles de armas es Chicago y es un desastre”.

 

Trump, que realiza una visita oficial a Corea del Sur, ofreció una rueda de prensa junto a su homólogo, Moon Jae-in, en la que volvió a defender su postura con respecto a las armas.

 

El mandatario estadounidense ya afirmó el día anterior en Tokio que el tiroteo se debió a “un problema de salud mental de alto nivel” y no de armas, unas declaraciones que generaron gran polémica.

 

Un total de 26 personas murieron y una veintena resultaron heridos el domingo cuando asistían a un servicio dominical en un templo baptista de la localidad de Sutherland Springs por los disparos que un hombre hizo en su interior con un rifle semiautomático.

 

La matanza fue perpetrada por Devin Kelley, un exsoldado de 26 años que fue expulsado de la Fuerza Aérea por mala conducta y que se suicidó tras ser disparado por un vecino, Stephen Willeford.

 

 

Desestiman debate

Republicanos en la Camara de Representantes de EU desestimaron ayer la necesidad de iniciar un debate sobre armas de fuego, tras la masacre en Texas a manos de un ex militar que pudo adquirir una, pese a tener antecedentes penales.

 

El líder de la mayoría republicana en la cámara baja, Paul Ryan, estimó que el enfoque debería estar en el efectivo cumplimiento de la ley, luego de revelarse que la Fuerza Aérea no incorporó a la base de datos criminales de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) el archivo criminal de Devin Patrick Kelley.

 

 

Estuvo en hospital psiquiátrico

Además, ayer se dio a conocer que Kelley escapó de una institución psiquiátrica en Nuevo México y amenazó a su superior en la Fuerza Aérea mientras enfrentaba cargos militares de violencia doméstica.

 

Según un Informe de 2012 del Departamento de Policía de El Paso, obtenido por la estación de televisión WFAA de Dallas, Kelley “había sido sorprendido también escondiendo armas de fuego” en una base aérea.

 

No está claro cuándo Kelley fue confinado a la instalación de salud mental en Sunland Park.

 

La Fuerza Aérea admitió el lunes que no habían informado al FBI de su condena por violencia doméstica, lo que debería haberle impedido comprar o poseer armas de fuego.

 

Kelley compró al menos cuatro armas entre 2014 y 2017, dijeron las autoridades, incluidas dos en tiendas de artículos deportivos de San Antonio.

 

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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