En línea con los tiempos de austeridad, el senador Ernesto Cordero diseña, junto con otros compañeros de la fracción panista, una iniciativa que pretende reformar los artículos 41 y 116 de la Constitución, a fin de suspender las partidas específicas y ordinarias a los partidos políticos, así como para reducir en 50% los recursos que se les destina en tiempos electorales.

 
Y es que, tan sólo para este año, los nueve partidos representados ante el Instituto Nacional Electoral (INE) recibirán en total poco más de tres mil 900 millones de pesos, de los cuales más de 118 millones son para actividades específicas, como educación, capacitación, investigación socioeconómica y política; mientras los restantes tres mil 800 millones serán destinados a sus actividades ordinarias, como salarios, rentas, gastos de estructura partidista y propaganda.

 
El propósito real de esta iniciativa es para que no sólo la ciudadanía se apriete el cinturón, pues la clase política bien puede prescindir de los subsidios a telefonía celular, comida, vales de gasolina, etcétera.

 
Que se discuta el financiamiento a los partidos políticos es indispensable y urgente para que todos tengamos claridad en los montos de sus gastos, tema que hoy en día es muy confuso, por la opacidad que existe en torno a este tema.
Por lo pronto, el senador Cordero pone el dedo en la llaga y abre el debate sobre la conveniencia y necesidad de meter en cintura a la clase política en el tema de su excesivo financiamiento; habrá que ver si el PRI y PRD hacen suya la propuesta o prefieren seguir recibiendo esos recursos que bien podrían ser destinados a programas sociales.

 
En pie, el gasolinazo de febrero

 
A quien le dio el síndrome de “la Chimoltrufia” (como dice una cosa, dice otra) fue al secretario de Hacienda (SHCP), José Antonio Meade, pues ayer durante un encuentro que tuvo con el Colegio de Ingenieros Civiles de México dijo que se estaba revisando, entre otras cosas, la viabilidad de suspender el aumento a los precios de las gasolinas en febrero, al tiempo que dio a conocer que ya están listos los incentivos fiscales para los gasolineros de la frontera norte.

 
Sin embargo, más tarde, a través de una tarjeta informativa, la SHCP aclaró que no habrá cambios en los tiempos previstos para la determinación de precios máximos de gasolinas y diésel durante el próximo mes; por lo que los anuncios se harán de acuerdo a lo programado, los días 3 y 10 de febrero.

 
Y aunque la dependencia no especificó de cuánto será el nuevo trancazo, algunos analistas consultados por 24 HORAS ya habían adelantado que podría ser de entre 6 y 8%; es decir, a partir del próximo sábado la gasolina Magna podría pasar de 16.32 a 17.63 pesos; la Premium, de 18.20 a 19.65 y el diésel, de 17.07 a 18.43 pesos.

 
Ya veremos las protestas.

 

 
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@JuanMDeAnda