Los hackers de élite de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos se infiltraron con éxito desde hace muchos años en la red de la Secretaría de Seguridad Pública, que se convirtió en la Comisión Nacional de Seguridad al iniciar 2013.

 

De acuerdo el semanario alemán Der Spiegel, el objetivo de la NSA era espiar en el cuartel general de la SSP en Avenida Constituyentes, pues cerca de 20 mil personas con información confidencial y estratégica laboran ahí. Cabe recordar que fue encabezada antes de desaparecer por Eduardo Medina Mora (2005-2006), Genaro García Luna (2006-2012) y Manuel Mondragón y Kalb (2012-2013).

 

“Una gran parte de las autoridades de seguridad mexicanas bajo el auspicio de la Secretaría eran supervisados desde esas oficinas, haciendo Avenida Constituyentes una tienda de paso para cualquiera que estuviera buscando aprender más acerca del aparato de seguridad del país”, dice el texto.

 

Los datos que aporta el semanario alemán se le atribuyen a Jacob Appelbaum, Laura Poitras, Marcel Rosenbach, Christian Stöker, Jörg Schindler y Holger Stark, personajes cercanos a Edward Snowden, el ex contratista de la NSA que reveló todo el esquema de espionaje cibernético que Estados Unidos aplica hasta a sus “amigos”.

 

Tomando en cuenta la importancia de la Secretaría de Seguridad Pública, dice Der Spiegel, asignar a la unidad TAO hace mucho sentido.

 

TAO es una división de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), que hasta hace unos meses era un secreto celosamente guardado.

 

         Un documento Top Secret (TS) que sacó a la luz el semanario alemán Der Spiegel en octubre pasado, daba cuenta de la participación de los hackers de TAO en la irrupción de las comunicaciones del ex mandatario mexicano, Felipe Calderón.

 

El documento que revela que la cuenta de correo electrónico de Felipe Calderón fue hackeada cuando era Presidente de México, y prueba la existencia de la oficina de Operaciones de Acceso a la Medida (TAO, por sus siglas en inglés), el grupo de mercenarios cibernéticos que trabaja bajo las órdenes del gobierno de Estados Unidos.

 

TAO desarrolló el proyecto FLATLIQUID, una operación contra la oficina de la Presidencia de México, que resultó ser una fuente “lucrativa” de “señales de inteligencia” (SIGINT).

 

A finales de mayo de 2010, TAO exitosamente explotó una vulnerabilidad en el servidor de correos de la Presidencia de México, con lo que obtuvo acceso por primera vez a la red del presidente Felipe Calderón, revela el documento.

 

Este domingo, Der Spiegel agrega que los hackers lanzaron la operación WHITETAMALE contra la SSP.

 

“Después de todo, uno de los documentos indica, el Departamento de Seguridad Territorial de Estados Unidos y las agencias de inteligencia tenían necesidad de saber todo acerca del comercio de drogas, tráfico de humanos y seguridad a lo largo de la frontera México-Estados Unidos”, dice la revista. “La Secretaría representa una potencial mina de oro para los espías de la NSA, un documento indica”.

 

Los hackers del TAO seleccionaron a administradores de sistemas e ingenieros en telecomunicaciones en la agencia como sus objetivos, dice Der Spiegel. Eso marca el inicio de lo que la unidad llamó la Operación WHITETAMALE.

 

Los hackers de TAO recibieron una lista que les indicaba qué oficiales dentro de la Secretaría de Seguridad Pública eran objetivos de interés.

 

“Como primer paso, TAO penetró las cuentas de correo de los oficiales objetivo, un trabajo relativamente simple. Después, ellos se infiltraron en toda la red y comenzaron a capturar datos”, asegura Poitras, Appelbaum y compañía.

 

Muy pronto los espías de la NSA tuvieron conocimiento de los servidores de la agencia, incluyendo direcciones IP, computadoras utilizadas para el tráfico de correos y las direcciones de varios empleados.

 

“Ellos también obtuvieron diagramas de las estructuras de las agencias de seguridad, incluyendo video vigilancia. Parece que la operación continúo durante años hasta que SPIEGEL reportó por primera vez esto en octubre”, dice la revista.

 

Mathew M. Aid, en Foreign Policy, reveló en junio que la organización llamada TAO ha vulnerado las computadoras chinas y los sistemas de telecomunicaciones de esa nación desde hace 15 años.

 

Aid explica que estos hackers son un misterioso grupo incluso dentro del cuartel general de la NSA, en Fort Meade, Maryland. Están segregados del resto de los agentes. Relativamente pocos oficiales saben en qué trabajan, pues administran información extraordinariamente sensible.

 

Seis guardias armados protegen la oficina de estos hackers. Antes de cruzar la gruesa puerta de metal hay que teclear seis números y acercar el ojo al lente que biométricamente confirma el acceso.

 

De acuerdo con fuentes consultadas por Aid, la misión de TAO es simple: recolectar información de inteligencia en objetivos extranjeros, hackeando computadoras y sistemas de telecomunicaciones, robando passwords, hurtar datos almacenados en discos duros, copiar todos los mensajes y tráfico que pasa por los correos electrónicos del target y cualquier cosa que quieran sus jefes. El término técnico de este arte es Computer Network Exploitation (CNE).

 

Su base central en Fort Meade se llama ROC (Centro de Operaciones Remotas). Ahí conviven alrededor de 600 hackers (llamados operadores CNE) rotando turnos, pues su labor se mantiene las 24 horas del día y los siete días de la semana.

 

Der Spiegel agrega que la unidad de hackers tiene una oficina en San Antonio, Texas, que se encarga principalmente de vulnerar los sistemas de Oriente Medio, Cuba, Venezuela y México.

 

TAO también tiene un grupo de operaciones clandestinas (Access Technologies Operatios Branch) que incluye personal apoyado por FBI y la CIA, para las llamadas operaciones “off net”, es decir, en el mundo real.

 

Desde su creación en 1997, recuerda Aid, TAO tiene la reputación de obtener la mejor información de inteligencia de Estados Unidos, no sólo de China y México, también de grupos terroristas, actividades de espionaje contra Estados Unidos, armas de destrucción masiva, y de los últimos desarrollos económicos, políticos y militares alrededor del mundo.

 

Sería una falta de respeto inaceptable si se comprueba que Estados Unidos espió al ex presidente Felipe Calderón y al actual mandatario Enrique Peña Nieto, dijo el comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, en octubre.

 

Al cierre de esta edición no había respondido a las revelaciones de Der Spiegel.