Todo sucedió en un restaurante, se encontraron Laura Bozzo y Rocío Sánchez Azuara, las conductoras de los talkshows en México, algo pasó que Laura empezó a gritarle a Rocío y los que estaban presentes se dieron cuenta del escándalo.

 

Platiqué con Rocío y asegura que ella no agredió ni provocó a Laura y fue ella quien comenzó a seguirla y a gritarle cosas espantosas, hasta duda que encontrarse ahí haya sido una coincidencia.

 

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La conductora asegura que ella no se deja y que si la buscan encontrarán al diablo: “aunque el diablo es más cercano a ella, es de su familia, yo a esa señora no tengo nada que decirle, ni hacerle, pero si me vuelve a agredir, acabará en Perú, si ella tiene influencias yo también sé con quién acudir para defenderme, pero te aseguro que yo ni le grité, ni nada, realmente estaba sorprendida con su actitud. Yo soy otro tipo de persona”.

 

Otra de las involucradas fue la psicóloga Estela Durán, quien iba con Laura Bozo y ella señala: “yo si vengo de buena familia, no como Rocío, yo ni la boca abrí, mucho menos incité a Laura a gritar, las conozco a las dos y muy bien y Rocío me usó para regresar a Azteca y luego me dio la puñalada por la espalda”.

 

Lo cierto es que estas dos mujeres se caen muy mal y hay una rivalidad porque se dedican a lo mismo, pero a Rocío no le gustan los escándalos y Laura los disfruta.

 

Finalmente peleando fuera de pantalla no logran nada, aunque Rocío asegura que es un asunto personal y ella no está dispuesta a participar en él, por su familia y sus hijos y que en caso de que las cosas se salgan de control, recurrirá a las autoridades para ponerle fin a esta historia.

 

Para que vean que los pleitos de la pantalla, se convirtieron en un capítulo de la vida real.

 

Hay más… pero hasta ahí les cuento.