“Nadie me sabe dar razón. Tijuana: migración y memoria” es el título de un libro escrito por talleristas en esa ciudad fronteriza que se encargan de hacer visible el esfuerzo de aquellos connacionales que colaboran en el desarrollo del país.

 

El volumen será presentado mañana por la noche en la Sala Manuel M. Ponce de la capital mexicana, con los comentarios de algunos de los talleristas participantes como Bibiana Camacho, Georgina Hidalgo y Leonardo Tarifeño, quienes compartirán con el público sus experiencias en este ejercicio literario.

 

De acuerdo con información del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el propósito fue rescatar las historias y la memoria de diversos migrantes mexicanos, a partir de un taller que se impartió en La Techumbre, ubicada en el Desayunador salesiano del Padre Chava.

 

El resultado fue un libro, coeditado por la Secretaría de Cultura, el INBA y ediciones El Salario del Miedo, que reune los testimonios y crónicas surgidas del taller, las cuales recuperan sus experiencias desde que salieron de su lugra de origen hasta el momento del cruce, su estancia en Estados Unidos y, si fue el caso, su deportación.

 

Teníamos lo mismo testimonios orales que por escrito. Las experiencias eran duras. Son personas que salen en busca de una mejor oportunidad para vivir, tener recursos y sostenerse, e, incluso, si hubiera excedente, para poyar a sus familiares del lado mexicano.

 

“Cada uno de los talleristas teníamos una semana. Digamos que uno le entregaba la estafeta al siguiente, y así durante un mes. Al finalizar el taller teníamos la tarea de elaborar una gran crónica con los testimonios obtenidos. El resultado lleva la seña particular de cada uno de los autores. Conforme a nuestra sensibilidad se fueron vertiendo las anécdotas, las vivencias, los descalabros y los momentos gratos, y el resultado fue por demás halagador”, asegura Emiliano Pérez Cruz.

 

El trabajo, abundó, permite hacer visible a una gran cantidad de personas que colaboran en gran medida con el envío de remesas.

 

“Con esto se logra tener una visión poco halagüeña de lo que significa todo este tránsito de su lugar de origen hasta volver a establecerse en algún sitio de Estados Unidos. Yo creo que sí se cumplió el propósito. Hay historias duras, terribles, pero que a fin de cuentas nos muestran a los seres humanos de México que hacen un esfuerzo para colaborar en el desarrollo del país”.

jr