En esta Liga loca, ayer cualquiera estaba casi fuera de la lucha por la calificación a la Liguilla, pero hoy, un rugido de Puma o Jaguar, pueden decir otra cosa. Cierto, los Pumas, estrictamente no rugen, pero vaya que desgarran, preguntarle si no al jaguar, que se metió a la cueva del puma y salió lejos, hasta el lugar 16 de la tabla general, mientras que los del pedregal despertaron este lunes con la novedad de que son nada menos que tercer lugar general. Vaya salto en el árbol de la vida, en los círculos de la Liga del infierno, vaya salto de la mano de Dante López, artillero que al fin se comportó como tal en el certamen y colaboró con el par de tantos para que los auriazules triunfaran en CU 2-1 ante los de Chiapas.

 

Es lo que basta en esta Liga mexicana, a veces jugar medio bien, sin importar que a veces la intrascendencia se apodere de la cotidianeidad. A Pumas le bastaron con 45 buenos minutos, y claro con la colaboración del arquero Alfredo Fausto, el diablo metió la cola, dirían los antiguos; suficiente para que Dante pudiera le diera la puntilla a los chiapanecos, o al menos así parecía de tranquilo sería el panorama.

 

El primer tanto felino dejó claro que lo suyo, lo suyo del cancerbero Fausto no es el juego a ras de pasto; y vaya que lo aprovecho Dante López para encajarle al visitante el primero de los zarpazos universitarios. Todo indicaba que el primer lapso terminaría con el mínimo de los daños para Jaguares, pero entonces apareció Efraín Velarde por izquierda, quien desbordó a la zaga y centró para que Dante volviera a encajar la garra ante los de Chiapas, 2-0 justo antes de irse al descanso. Tarea cumplida, y trámite para el complemento, al menos eso parecía.

 

Porque en la segunda parte los pupilos de José Luis Trejo se complicaron. Entre el asfixiante sol, el agobiante calor, y la inconsistencia, el jaguar tuvo oportunidad de regresar. Sobre todo porque Dante López olvidó lo efectivo que fue en la primera parte y falló en el mano a mano ante un Fausto empeñado en lavar el pecado que tuvo en el arranque.

 

Y ante las fallas, Jaguares insistió, metió a Pumas contra su arco, y al final casi lo logró; primero, gracias a Avilés Hurtado, quien puso su grano de espectacularidad con una media tijera que terminó en el fondo de la cabaña de Alejandro Palacios, exigido a más, sobre el final.

 

Pero a Jaguares no le alcanzó para la remontada, y por ello descendió desde el lugar 13 de la tabla hasta el 16. Caso contrario al de Pumas, que arrancó la fecha 13 sumido en el sexto lugar, con la incertidumbre de haber ganado sólo un partido de los últimos cinco, de cargar con el par de derrotas hiladas ante Monterrey y Santos, pesimismo que al final no trascendió, porque el triunfo de golpe los llevó hasta el tercer escalón, y con todas las posibilidades de mantenerse entre los mandones del campeonato por lo que le resta en el calendario.

 

Y es que a los felinos les restan duelos contra el Veracruz, penúltimo de la tabla, en el puerto, uno más en casa contra Chivas, que revivió con la llegada de La Volpe al banco, y aunque cierra en visita al estadio al Azul ante el líder que venció al ave, la verdad es que los cementeros están calificados y con la cabeza más puesta en arreglar su rumbo en Concachampions.

 

Es el común denominador de esta Liga loca, donde una fecha un equipo amanece trepado en las lámparas del certamen, y a la siguiente semana, con el foco apagado, a un tris de quedar eliminado.