Cuatro días después de haber sido secuestrado, Julián de Nicolás Gutiérrez, socio directivo de la empresa Homex, escapó de la casa donde lo tenían privado de su libertad en el Estado de México y pidió apoyo de la policía, lo que derivó en la captura de todo el grupo delictivo.

 

En total fueron 12 los detenidos por los agentes federales, además de un interno del penal de Santa Martha Acatitla que fungía como líder. Era una banda de la “vieja escuela”, pues realizaban un cuidadoso seguimiento de sus blancos antes de secuestrarlos. Se les vincula por lo menos con nueve plagios.

 

Según la versión oficial, dada a conocer ayer por el Jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR), Tomás Zerón de Lucio, fue un descuido lo que puso fin a la carrera delictiva del grupo.

 

Recordó que el 29 de septiembre, seis integrantes del grupo irrumpieron a plena luz del día en las oficinas del socio directivo de Homex en la delegación Álvaro Obregón, sometieron al personal de seguridad y empleados, y se llevaron al empresario. Huyeron en distintos vehículos.

 

“Pero el 3 de octubre la víctima aprovecha un descuido de sus captores y escapa. Al salir del domicilio donde lo mantenían privado de su libertad en un municipio de la zona conurbada del estado de México tomó un taxi y cuadras más adelante vio una patrulla a la que pidió auxilio. Elementos se trasladan al domicilio y detienen a seis personas”, señaló Zerón.

 

Pero los errores del grupo delictivo no terminaron ahí, ya que otra parte del grupo criminal, que al parecer no estaba enterada que se les había escapado el empresario, continuó con la negociación del pago del rescate con la familia.

 

Esta situación fue aprovechada por los agentes federales de la PGR quienes montaron un operativo que permitió detener a otros integrantes del grupo criminal.

 

Las declaraciones de los detenidos permitieron conocer que el líder del grupo era José Luis Díaz Torres, un interno del penal de Santa Martha Acatitla que daba instrucciones a sus cómplices cuando lo iban a visitar en prisión.

 

La última en caer, según el relato de Zerón, fue Edith Guadalupe Díaz Torres, hermana de José Luis y empleada de Homex, quien fue la que proporciono los datos y movimientos de Julián de Nicolás Gutiérrez.

 

Múltiples plagios

 

El intercambio de información ente la PGR y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) permitió identificar que este grupo criminal está vinculado en por lo menos nueve secuestros cometidos tan sólo de junio a la fecha, incluyendo el del socio de Homex.

 

El titular de la PGJDF, Rodolfo Ríos Garza, señaló que estos plagios se realizaron en la Ciudad de México y los blancos fueron principalmente comerciantes y empresarios, hombres y mujeres, con cierto poder adquisitivo. En uno de los casos secuestraron a una madre y su hijo.

 

La banda se caracterizaba por extorsionar a las víctimas, aún cuando ya habían sido liberadas previo pago del rescate.

 

Tanto la PGR como la PGJDF procedieron penalmente en contra de todos los involucrados por los delitos de delincuencia organizada, privación ilegalidad de la libertad en la modalidad de secuestro, entre otros.