Canadá y México sellaron ayer su reconciliación diplomática y reafirmaron la voluntad de relanzar sus relaciones bilaterales con la cancelación, por parte de Ottawa, del requisito de visado para los mexicanos y la total apertura a los productos cárnicos canadienses por parte de nuestro país.

 

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el presidente Enrique Peña Nieto, escenificaron la reconciliación tras la reunión que mantuvieron en el Parlamento canadiense, que concluyó con el anuncio de la eliminación del requisito del visado, a partir del 1 de diciembre, para los mexicanos que viajen a Canadá.

 

Durante la conferencia de prensa conjunta, en la que Trudeau y Peña Nieto anunciaron los acuerdos alcanzados para relanzar las relaciones, ambos mandatarios reconocieron el daño provocado por la medida impuesta hace seis años por el anterior Gobierno canadiense, encabezado por el ex primer ministro Stephen Harper.

 

“Desde 2009 se había impuesto esta barrera y hoy, con gran voluntad política, la estamos derribando”, declaró Peña Nieto tras calificar a Trudeau como “un buen amigo”.

 

Peña Nieto añadió posteriormente que el acuerdo sobre los visados “refleja el nivel de relación que estamos construyendo”, y destacó la “visión compartida” de ambos gobiernos en temas como el libre comercio y la integración regional.

 

El requisito del visado, impuesto de forma inesperada y unilateral por Canadá en 2009 ante el aumento de las peticiones de refugio de mexicanos, provocó un enfriamiento de las relaciones entre los dos países.

 

El empeoramiento de las relaciones fue tal, que Harper canceló en dos ocasiones, ambas en 2015, la Cumbre de Líderes de Norteamérica para evitar encontrarse con su homologo mexicano.

 

En este ambiente de renovadas relaciones entre los dos países, México ha aceptado abrir totalmente sus fronteras a la entrada de productos cárnicos de vacuno canadiense, que han estado limitadas desde que en 2003 apareció el primer caso de encefalopatía espongiforme.