ABUYA. Fue un “lamentable error operacional”, afirmó el vocero del Gobierno nigeriano, Femi Adesina, en nombre del presidente, Muhammadu Buhari. Un bombardeo aéreo del Ejército de Nigeria en un campamento de refugiados de la localidad de Rann, en el norte del país, causó la muerte de por lo menos 52 personas y otras 120 resultaron heridas.

 

 

El Ejército, que no precisó el número de víctimas, confirmó este ataque aéreo ocurrido durante una operación militar contra el grupo terrorista nigeriano Boko Haram y que, “desafortunadamente”, ha afectado a civiles y miembros del personal humanitario de MSF y del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

 

 

Fuentes de la Cruz Roja nigeriana aseguraron que entre los fallecidos figuran seis de sus trabajadores, mientras que otros trece resultaron heridos en el bombardeo.

 

 

Según explicó el comandante del Ejército, Lucky Irabor, en una rueda de prensa en la ciudad de Maiduguri, el ataque militar se inició después de haberse recibido información de que en la zona se encontraban terroristas de Boko Haram.

 

 

El campamento de desplazados internos de Rann se encuentra situado muy cerca de la frontera con Camerún, en el estado norteño de Borno, uno de los objetivos habituales del grupo terrorista.

 

 

“Este ataque a gran escala contra personas vulnerables, que ya han huido de la violencia extrema, es traumático e inadmisible”, criticó el director de operaciones de MSF, Jean-Clément Cabrol, en un comunicado.