Una vez más se desató la ira de los tuiteros. A internet no se le censura. Por eso crearon un hashtag, y lo volvieron Trending Topic mundial: “#EPNvsInternet”. En la iniciativa a la ley secundaria a la Reforma en Telecomunicaciones, se pretende, a juicio de miles y quizá millones de usuarios, llevar a cabo un atropello contra la naturaleza libre, abierta, y democrática de internet. Habrá quien diga que cómo no van a reaccionar así. Pero la primera pregunta es, ¿internet debe ser un espacio libre y no regulado al 100%? Eso no es lo que pedimos, responderán algunos, y tendrán razón. De lo que no estoy tan seguro es que todos los usuarios hayan hecho una reflexión profunda sobre los alcances y los límites de la actuación que como individuos llevamos a cabo en la Red y de que en efecto, estén de acuerdo en que en internet las regulaciones (que no la censura), deben existir.

 

Para entender bien uno de los temas más discutidos de la semana, vale la pena rescatar al menos alguno de los párrafos que generaron la polémica: “Podrán bloquear el acceso a determinados contenidos, aplicaciones o servicios a petición expresa del usuario, cuando medie orden de autoridad o sean contrarios a alguna normatividad”, señala el inciso 3 del Artículo 145, una redacción evidentemente muy ambigua que genera confusión. De la misma forma, el Artículo 190 señala que: “Los concesionarios de telecomunicaciones, y en su caso, los autorizados y proveedores de servicios de aplicaciones y contenidos, están obligados a permitir, que las autoridades facultadas, por la ley ejerzan el control y ejecución de la intervención de las comunicaciones privadas, y a brindarles el apoyo, que éstas les soliciten de conformidad con las leyes correspondientes”. La redacción, es lógico, no hace más que despertar un tufo a censura.

 

En palabras de Ignacio Peralta, subsecretario de Telecomunicaciones, se requirió de un grupo diverso de expertos para llevar a cabo su redacción, pues no existe un solo especialista en el mundo capaz de escribirla completa. Más allá de si se haya o no operado como el gobierno explica, lo que es un hecho es que la iniciativa de ley secundaria a la Reforma de Telecomunicaciones, es un tema muy complejo. No es un tópico del que una persona se pueda documentar fácil y rápidamente. La reacción que hace crecer el #EPNvsInternet viene evidentemente de la capacidad de contagio que nos han demostrado tener las redes sociales, y de nuestros paradigmas, sustentados o no, entre ellos el de que la iniciativa viene cuando el gobierno lo encabeza un presidente que proviene de un partido que no goza de la mejor reputación en lo que a temas de censura y control se refiere. La molestia, el rechazo, y la protesta a la iniciativa, son una corazonada que tiene bastante sustento.

 

El problema es que creo que en muchos tuiteros, todavía reina una especie de inocencia en cuanto a la naturaleza “libre” de internet. Es verdad que la red nos ha abierto un sinfín de oportunidades para que la humanidad entera conecte simultáneamente, para que formemos parte de un mismo colectivo global, para abrir un espacio de opinión personal sin censura, si así lo quisiera, para decidir qué y cuándo consumirlo, y para hacer un mundo mejor. Pero eso dista mucho de ser un territorio donde las regulaciones no existen. Frases como “a mí no me tienen por qué controlar, yo puedo decir lo que quiera de quien quiera” son comunes en la cotidianidad de muchas personas que hacen uso de la Red.

 

El escándalo de espionaje recientemente difundido por Edward Snowden, y la participación del gobierno de Estados Unidos y de las más importantes empresas de tecnología, debe ser una razón para entender que con o sin permiso, hay quien trabaja por gobernar en internet. Por otro lado, los usuarios de internet, aceptan día a día el uso de múltiples servicios y aplicaciones donde creen poder ejercer una libertad total pero que, desgraciadamente para los espíritus idealistas de la red, tienen reglas y lineamientos que no se deben romper.

 

Si bien es cierto que la iniciativa está a debate y que muy probablemente, con justa razón, se retire lo que hasta ahora podría ser una ley que abra la tentación para la censura en internet, lo que es un hecho es que en la Red, como en nuestra vida offline, nuestra libertad tiene algunos límites.

 

VENTANA

 

Es verdad que la red nos ha abierto un sinfín de oportunidades para que la humanidad entera conecte simultáneamente, para que formemos parte de un mismo colectivo global, para abrir un espacio de opinión personal sin censura, si así lo quisiera. Pero eso dista mucho de ser un territorio donde las regulaciones no existen