Con el objetivo de posicionar su marca o anunciar cambios, las compañías más grandes a nivel mundial han arriesgado grandes sumas de dinero en comerciales protagonizados por celebridades de la música y el cine, que al final han dado grandes resultados.

 

Aquí están los cinco comerciales más caros en la industria de la publicidad:

 

Pepsi – 8.1 millones de dólares

 

La campaña publicitaría de Pepsi  costó  $8.1 millones de dólares o $90 mil dólares por segundo, protagonizado por la cantante Britney Spears.

 

El comercial se emitió por primera vez durante el Superbowl XXXVI, el 3 de febrero de 2002, momento en que la cantante era la estrella más exitosa a nivel mundial.

 

Con una duración de 90 segundos, la Princesa del Pop promocionó la bebida en diferentes épocas de la moda.

 

 

Chrysler – 12 millones de dólares

 

Este comercial presenta el nuevo modelo de Chrysler utilizando de fondo Lose yourself del rapero Eminem, quien maneja el entonces nuevo modelo de la marca.

 

El anuncio fue lanzado durante el Super Bowl del 2011.

 

 

Aviva – 13.4 millones de dólares

 

Comercial realizado para Norwich Union, empresa británica aseguradora, que daba a conocer su nuevo nombre: Aviva.

 

El alto costo de la publicidad radica en los diferentes celebridades que aparecen: Bruce Willis, Elle McPherson, Ringo Starr y Alice Cooper.

 

 

Guinness – 20 millones de dólares

 

Este comercial justifica su precio debido a su calidad de producción y escenografía.

 

En el anuncio, los habitantes de un pequeño pueblo argentino forman una larga fila de articulos como muebles, libros, bolsas de pan, maletas, calabazas, autos y fardos de paja en fuego para generar el famoso efecto domino, que termina en un enorme vaso de cerveza Guinness.

 

 

Chanel – 33 millones de dólares

 

Protagonizado por la actriz Nicole Kidman, este comercial nos muestra una gran producción e inversión en animación que sirvieron para renovar la imagen del conocido Chanel N°5.

 

El anuncio de dos minutos se realizó bajo la dirección de Baz Luhrmann y mantiene la estética cinematográfica de Luhrmann, sobrecargada y teatral.