Poco faltó para que la imagen registrada el año pasado se repitiera cuando un legislador se desnudó en protesta por la aprobación de la reforma energética. Se trata del diputado Antonio García Conejo, hermano del coordinador del PRD, Silvano Aureoles, quien ayer subió a tribuna a presentar una reserva.

 

Legisladores, principalmente damas, le chiflaban y le gritaban “que se encuere… que se encuere”, tal y como sucedió el 12 de diciembre pasado, en la sede alterna del Congreso.

 

En aquel entonces, García Conejo se despojó de cada una de sus prendas hasta quedar en calzoncillos al interior del auditorio “Aurora Jiménez”, debido a que el salón de plenos había sido tomado, cerrado y encadenado por sus compañeros del sol azteca.

 

Sin embargo, García Conejo se retractó y justificó: “no es sencillo hacer lo que hice en diciembre, por supuesto, no es fácil, pero lo hice para que el pueblo de México se dé cuenta de cómo con estas reformas van a despojar a la nación. No tienen escrúpulos quienes lo están haciendo, por eso lo hice”.

 

“Voy a concluir, porque muchos sí, compañeras, yo sé que me están aplaudiendo porque quieren que me quite la ropa. Si quitándome la ropa o dándome un balazo en la cabeza lograra detener, lo haría, pero con eso no voy a detener, porque ustedes tienen mayoría, hacen mayoría en la Cámara, pero eso no quiere decir que las asista la razón”, refutó a los integrantes de la asamblea.

 

El legislador perredista concluyó su única intervención al lanzar una propuesta: “sí lo hice y no me arrepiento haberme quitado la ropa, por supuesto. Quizás a ustedes les parezca un acto ridículo, pero yo exhorto a mis compañeras que están aquí enfrente a que vengan y se quiten la ropa”.

 

Este momento concluyó cuando los integrantes de la asamblea le gritaban al perredista en su retorno a su curul: “fraude, fraude, fraude”.