A 30 días del conflicto interno en la bancada perredista en el Senado de la República, los órganos de gobierno resolvieron reconocer a Dolores Padierna como coordinadora de la fracción.

 

 

Debido a tal determinación, 12 senadores que integraban el grupo parlamentario y que apoyaban a Raúl Morón como coordinador abandonaron la bancada y conformaron un “bloque parlamentario”, con lo cual el Sol Azteca se quedó sólo con ocho senadores.

 

 
Alejandra Barrales, legisladora y presidenta nacional del PRD, exhortó a los senadores que renunciaron a la bancada y que aún forman parte de las filas perredistas a ser congruentes y renunciar también al Sol Azteca.

 

 
“Hacemos un llamado a quienes dicen que siguen militando en el PRD a que sean congruentes y que si esta es su decisión entreguen su renuncia a nuestro partido”, o bien respeten y acaten las definiciones del partido en el que han decidido seguir militando, advirtió Barrales Magdaleno.

 

 
En tanto, la senadora Padierna Luna adelantó que este miércoles entregarán a la Mesa Directiva y a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) la reestructura de la bancada perredista respecto a las presidencias de comisiones que ostentan quienes renunciaron al grupo parlamentario.

 

Haz click en la imagen 

Mientras tanto, el senador Raúl Morón consideró que en la decisión de la Mesa Directiva ganó la presión política y no la legalidad.

 

 
“Pudo más la presión política que la verdad jurídica; y esto es lamentable, porque el Senado de la República es una institución que debe dar ejemplo”, fustigó.

 

 
En este contexto y a pesar de las inconformidades y descalificaciones de los senadores que abandonaron la bancada, el coordinador de los senadores del PRI e integrante de la Jucopo, Emilio Gamboa, destacó que la decisión que tomó el Senado es inatacable.

 

 
“Advertir, muy claramente: en la vida del Senado de la República nadie puede intervenir, ningún órgano, ni el Tribunal Electoral, ni la Corte, ni el Ejecutivo”, aclaró Gamboa.

 

 
El priista aclaró que los legisladores que no estén conformes con esta decisión tienen derecho a inconformarse, pero insistió en que ningún órgano del Estado mexicano puede meterse en la vida interna de los grupos parlamentarios del Senado de la República.