Aunque en general la utilización de tarjetas de crédito ha disminuido en los últimos años, todavía existen usuarios quienes las consideran un ingreso extra y no se conforman con una, sino que poseen hasta tres plásticos, lo que casi siempre los lleva a caer en incumplimiento.

 

“La gran mayoría de nuestros clientes tienen tres tarjetas de crédito y en ellas acumularon compromisos de 135 mil pesos, en promedio, al cierre del primer trimestre”, señaló Kathy Quintero, vocera de Resuelve tu Deuda, una empresa que ofrece negociar con los bancos rebajas a favor de sus clientes.

 

En el caso de esta reparadora de crédito, seis de cada 10 clientes (de los 71 mil 600 que tiene en todo el país) cayeron en un problema de sobreendeudamiento por una mala administración de sus créditos o por un mal manejo de sus finanzas personales.

 

Uno de los problemas principales, refirió Quintero, es que los clientes ven en estos instrumentos un ingreso extra y no los consideran como una deuda, por lo que no cumplen con el pago. Un segundo factor es que poseen más de una tarjeta de crédito, lo que les impide llevar un control adecuado sobre sus gastos y la fecha límite de pago para cada plástico.

 

No obstante, las cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) indican que al cierre de marzo el índice de morosidad (cartera vencida de la cartera de crédito total) se ubicó en 4.97%, es decir, 0.32 puntos menos que en el mismo mes del año pasado.

 

De acuerdo a la comisión, la cantidad de tarjetas bancarias en febrero era de 22.7 millones, lo que significa un ligero incremento de 0.8% respecto al número de plásticos de un año antes, aunque en general su uso va en descenso.

 

Para el caso de usuarios cuyas deudas han salido de control existen alternativas. La reparadora de crédito recomienda primero llevar un registro de las fechas de pago para evitar el cobro de intereses y monitorear el avance.

 

Si a pesar de esta disciplina no mejora la situación, existe la opción de algunas tarjetas de crédito que permiten consolidar la deuda, es decir, congelar el monto y ponerlo a un plan de pagos fijos.

 

“Si después de hacer todo esto sigue siendo complicado pagar, la opción es acudir a una reparadora de crédito para negociar un descuento en la deuda que puede llegar a 80% con los bancos para que el cliente pague su deuda de acuerdo a sus posibilidades”, señaló.

 

30% de los ingresos de los usuarios es el límite máximo que deben alcanzar sus deudas; un indicador de alarma es cuando la cantidad que se paga no reduce el monto del próximo mes.