Trabajadoras de la industria electrónica en México- que integran 70% del personal del sector– padecen acoso sexual sin que ninguna de las 800 empresas que hay en el país castiguen el delito o generen políticas eficientes para atender sus denuncias, criticó el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal).

 

Como parte de su “Sexto Informe sobre Condiciones Laborales en la Industria Electrónica en México”, el Cereal detectó que de las tres mil trabajadoras y trabajadores consultados durante 2013 y 2014, 90% conoce uno o varios casos de acoso sexual dentro de sus centros de trabajo dedicados a la industria electrónica.

 

De acuerdo con el Cereal, 70% del personal operario de producción que labora en las 800 empresas que conforman la industria electrónica en México son mujeres.

 

Si bien desde el 2006 el Cereal advirtió a las empresas mexicanas de la industria electrónica –que produce computadoras, teléfonos inteligentes y otros dispositivos- sobre la existencia de casos de acoso sexual al interior de las fábricas, la respuesta de las empresas no fue suficiente, según dice el informe.

 

De acuerdo con el análisis de la organización, la forma más común de acoso es el que ejercen los supervisores, jefes de línea, ingenieros y gerentes contra las trabajadoras de menor rango, ya que condicionan el otorgamiento de permisos de ausencia, días de vacaciones o ascensos de puesto a cambio de que ellas se sometan a estos abusos.

 

Además, los acosadores se sienten protegidos porque ocupan puestos de alta jerarquía y porque las víctimas denuncian con poca frecuencia los delitos por temor a ser señaladas o despedidas.

 

El Cereal mostró el testimonio de dos mujeres, una de ellas operadora en la línea de producción en Benchmark y la otra encargada del área de comunicación de Microsoft.

 

Una de las mujeres dijo que fue sobornada por un superior de la empresa Benchmark para conseguir un ascenso que ella merecía por su antigüedad laboral y porque se preparó profesionalmente para alcanzarlo.

 

Luego de enfrentar una denuncia interna en contra de su superior, la empresa aceptó despedirlo pero a cambio le negó el ascenso por considerar que por su culpa habían despedido a un supervisor con un trabajo impecable.

 

Al conocer el testimonio, Cereal indagó entre el resto del personal de Benchmark, y encontró que tres trabajadoras más habían sido acosadas  por el mismo supervisor.

 

El segundo testimonio, de la empresa Microsoft, revela que una empleada tuvo que soportar por varios años el acoso sexual por parte de su jefe inmediato por miedo a perder el empleo.

 

Cuando tuvo la oportunidad de denunciar este delito se le solicitó que no hablara sobre el tema con otras personas y que “fuera más buena” con el hombre que la estaba acosando.

 

Como no pudo frenar el acoso, la mujer decidió denunciar ante el órgano de control interno de la empresa donde le informaron que constataron miradas lascivas de parte de su jefe pero que eso no era acoso, según documentó el Cereal.

 

Por esto, el Cereal llamó a las empresas a generar políticas enfocadas a prevenir y atender esta problemática y que revisen con eficacia las denuncias a fin de que la víctima sienta confianza y seguridad para denunciar el acoso.

 

Criticó que los sistemas internos de esclarecimiento de quejas que utilizan muchas de las empresas de la industria no funcionan de forma adecuada.

 

El Cereal lamentó que a casi tres años de la reformas a la Ley Federal del Trabajo las mujeres tienen que hacer un “sobreesfuerzo” para poder ejercer su derecho a la información, a la contratación y al ascenso laboral.

 

De acuerdo con la enmienda del 2012 al capítulo IV del artículo 47 fracción VIII de la Ley Federal del Trabajo es razón de recisión de contrato sin responsabilidad para el patrón “cometer el trabajador actos inmorales o de hostigamiento y/o acoso sexual contra cualquier persona en el establecimiento o lugar de trabajo”.

 

A esta vejación se suman los bajos salarios, accidentes laborales y corrupción sindical que padecen las y los empleados en esta industria que genera grandes ganancias económicas a merced de pagar muy poco por la mano de obra mexicana que requiere, dijo Cereal.
GH