Esta semana pasada sirvió para que los diferentes indicadores y análisis nos lleven a pensar que es muy probable que veamos un aumento en la tasa de interés de referencia de 25 puntos en la Fed y otro de 25 puntos en la de referencia por parte del Banxico.

 

 

 

La evolución a lo largo de la curva de las tasas de los bonos del tesoro muestran que existen riesgos de alza en la parte corta.

Haciendo un análisis de las condiciones económicas de Estados Unidos y la Fed vemos lo siguiente:

1. Para 2017 se estima un crecimiento anual al menos de 2.2% respecto a 1.6% registrado en 2016.

2. Para el segundo trimestre del año se estima que el PIB crecerá a 2.4% anual respecto a 1.2% revisado al alza este viernes pasado del primer trimestre del año.

3. Se espera que la inflación en este mismo período permanezca arriba de los niveles objetivos de la Fed de 2.0%, es decir, entre 2.3 y 2.5% anual.

4. La producción industrial empieza a despegar y pasaría de 0.8% a 1.5% en el siguiente trimestre.

5. La creación de empleos, por ejemplo, promedió 176 mil nuevas plazas en el primer trimestre del año y tan sólo en abril repuntó a 211 mil. Esta semana se conocerá el dato de mayo y se esperan 180 mil nuevas plazas con una tasa de desempleo trimestral del orden de 4.5%, cuando hoy se tiene 4.4%.

6. La Fed buscará empezar a disminuir su balance que hoy asciende a 4.1 trillones de dólares hacia un objetivo de 2.5 trillones en el tiempo.

7. La expectativa de una reforma fiscal, aunque la Fed la analizará hasta que sea un hecho y exista información segura, podría detonar un crecimiento apalancado, a pesar de que el gobierno diga que alcanzará tasas anuales de crecimiento de 3.0% o más.

8. La probabilidad en el mercado se encuentra en un 100% de alza para junio.

Con respecto al Banxico, en su última minuta habló de una mayor alineación a la Fed para tratar de mantener el “spread” en los diferentes nodos de la curva entre las tasas de México y Estados Unidos. Si existe una posibilidad de aumento en junio, la presión para el Banxico permanecerá.

1. Existe un riesgo por brecha inflacionaria, en donde los precios al productor sin petróleo y con servicio registran una tasa de 8.75% anual (dato de abril) y al consumidor vimos a la primera quincena de mayo una tasa de 6.17%.

2. Desde diciembre de 2012 hasta la fecha, la depreciación acumulada del peso mexicano frente al dólar asciende a 52%. El precio promedio actual de la moneda nacional en este 2017 es superior a 19.60. Es probable que sigamos viendo volatilidad en las condiciones del clima, producción y venta de productos agropecuarios en el primer semestre del año.

3. Se espera que el PIB continúe “defensivo”, a pesar de la incertidumbre por el entorno del NAFTA. Se estima que al cierre de junio, el PIB crezca 2.3% anual respecto a 2.8% conocido del primer trimestre del año.

4. La inflación seguirá presionándose a tasas de 6.0%.

5. La deuda sobre el PIB se ubica en 48.7%, a pesar de los esfuerzos del Gobierno federal por contener el gasto. Es positivo el pago anticipado de la deuda por 40 mil millones que se hizo la semana pasada, pero aún queda mucho por hacer. La SHCP mantiene recursos todavía por parte del remanente del Banxico para seguir reduciendo la deuda.

6. Estamos observando un rebote en la tasa de desempleo de 3.5% hacia un estimado para junio entre 3.8 y 3.9% anual, aún positivo dentro del entorno actual.

En resumen, vemos condiciones para que la Fed y el Banxico sigan su proceso restrictivo. En México tendremos el fin de semana las elecciones en el Estado de México, Nayarit y Coahuila, que marcarán el rumbo hacia las votaciones de 2018. El riesgo político para bien o mal se verá en el movimiento del tipo de cambio en primera instancia.